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Gastronomía

Alcalá de Henares a cielo abierto

Una ciudad que combina el respeto por su historia con una energía contemporánea en lo culinario

Alcalá de Henares a cielo abierto cedida

Durante años, Alcalá de Henares ha vivido, en la mirada del madrileño medio, relegada al cómodo estatus de ciudad-museo: un escenario amable para la excursión culta, la ruta cervantina o la foto junto a las estatuas de Sancho y el Hidalgo. Sin embargo, quien se detiene a observar con algo más de detenimiento, descubre una ciudad que combina el respeto por su historia con una energía contemporánea que se expresa en lo cultural, lo gastronómico y lo cotidiano. Y es precisamente en el contexto del Festival Iberoamericano del Siglo de Oro, que en su vigésimo tercera edición desborda los márgenes del teatro clásico para abarcar danza, circo, folclore, poesía, música electrónica y hasta jornadas académicas, donde ese dinamismo se hace más visible. A lo largo de tres semanas, más de setenta compañías, dieciséis estrenos absolutos y una veintena de espacios convertidos en corralas contemporáneas dan forma a una celebración escénica plural, en la que grandes nombres como Cervantes, Lope o Calderón comparten protagonismo con nuevas voces, lenguajes contemporáneos y propuestas llegadas desde distintos lugares del mundo.

Al mismo tiempo, como si la escena se expandiera más allá del escenario, la ciudad ofrece otra forma de representación no menos elocuente: la que se da en sus plazas, patios y terrazas, que lo mismo invitan al tapeo informal que a una cena pausada bajo la luz dorada del atardecer complutense. Es, precisamente, en esa conjunción entre el legado del Siglo de Oro y la liturgia moderna del buen comer donde Alcalá ofrece, estos días, su versión más apetecible. La Ciudad Patrimonio de la Humanidad ha sabido conjugar su peso histórico con un presente vibrante que desborda vida cultural, hospitalidad y una escena gastronómica cada vez más sólida, diversa y con personalidad propia. Porque si algo tiene Alcalá, cuando se entrega por completo al arte y al verano, es una capacidad sorprendente para el deleite. Y es en sus terrazas, abiertas como escenarios sin telón, donde mejor se percibe el pulso vital de una ciudad que estos días se vive al aire libre.

Casino de Alcalá

Ubicado en el representativo Círculo de Contribuyentes, el restaurante Casino renueva la escena culinaria de la ciudad y devuelve el esplendor a la plaza de Cervantes, su principal enclave social. Su cocina, liderada por Ander Galdeano, reinterpreta la tradición con una gran técnica y delicadeza: platos reconocibles, sencillos pero ejecutados con maestría y un sutil toque personal. En verano, destacan propuestas frescas que evocan al mar como las rabas, las zamburiñas o el pulpo, que se sirven maridados con blancos gallegos bien fríos o rosados ligeros y fragantes. La bodega, compuesta por unas 100 referencias, ha sido cuidadosamente seleccionada por Sergio Adán, jefe de sala y sumiller. Dispone de dos terrazas: una a pie de calle, rodeada de vegetación, con capacidad para 40-60 comensales, ideal tanto para comer o cenar como para tomar el aperitivo o disfrutar de una larga sobremesa. Adán trabaja este verano en una carta de cócteles de autor donde el whisky japonés cobra especial protagonismo. La segunda terraza, en altura, con capacidad para 25-30 personas, ofrece vistas espectaculares del corazón de la ciudad y de edificios tan emblemáticos como el Ayuntamiento o la torre de Santa María.

Taberna 7

Ubicada en la calle Ramón y Cajal, auténtico callejón del tapeo en Alcalá, Taberna 7 concentra el espíritu más desenfadado de la ciudad. Funciona desde la hora del desayuno con bollería, tostas variadas y todos los postres de la carta de comidas –tarta de queso, arroz con leche, brownie de chocolate y costrada alcalaína– y su terraza, de 20-30 plazas, alegre, animada y con un público fiel, es un punto de encuentro clave a la hora del aperitivo y en las largas sobremesas de verano. En su carta hay propuestas para picar al centro entre las que destacan la tortilla de patata, una receta de Alberto García Ponte, campeón de España de tortilla de Betanzos, los mejillones en escabeche con chips, el buñuelo de bacalao, las croquetas o la oreja crujiente. Aunque también incluye platos individuales como steak tartar, picaña de ternera braseada o tataki de atún rojo.

Francesco´s

Italiano de referencia en Alcalá de Henares, famoso por sus pizzas artesanas: sabrosas, sanas y muy equilibradas, elaboradas con pocos ingredientes, pero cuidadosamente seleccionados y de alta calidad. La masa, de fermentación lenta entre 48 y 72 horas, les confiere una textura ligera y deliciosa. Además de las pizzas, ofrece otros platos italianos con un giro local, como los raviolis de rabo de toro o el falso risotto de trufa. Su terraza, situada en la calle Libreros, una de las arterias más transitadas del casco histórico, tiene capacidad para entre 20 y 30 comensales y es frecuentada por familias y grupos de amigos.

Filato

Un nombre empieza a sonar con fuerza entre quienes buscan una experiencia diferente más allá del casco histórico. Situado en la Avenida Virgen del Val, este restaurante ha sabido consolidar una propuesta singular gracias a un espacio sorprendente dividido en varias terrazas temáticas. La Terraza 200, atravesada por una cascada y decorada con esculturas de animales exóticos, ofrece una atmósfera casi escenográfica. En la parte trasera, la Terraza 300 ofrece un ambiente más recogido.