Tensión
Batalla en el Colegio de Arquitectos de Madrid: toma de posesión entre acusaciones y enfrentamientos
Herráez oficializa el cargo como decano del Colegio de Arquitectos en un acto que deriva en un intento de boicot del acto por sus adversarios
Se esperaba un acto tenso. Y lo fue. El reelegido decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), Sigfrido Herráez, que resultó elegido el pasado mes de mayo, ha logrado hoy tomar posesión de su cargo en la sede de la institución de la calle Hortaleza tras un primer intento frustrado por el presidente de la Mesa Electoral y un segundo intento de bloquearlo ayer mismo. Pero Herráez, convencido de estar asistido por un derecho constitucional, hizo caso omiso esta vez de las argumentaciones del presidente de la Mesa y convocó el acto. Daba por finalizado un mandato «en funciones» que le impedía materializar cuestiones como, por ejemplo, la aprobación de los presupuestos del Colegio profesional.
Con micrófono en mano y en un acto de apenas media hora, Herráez reivindicó el funcionamiento ordinario del COAM, agradeció el trabajo de todos los departamentos y defendió la transparencia del proceso electoral que le dio la victoria en los comicios a la Junta de Gobierno, después de acudir al Contencioso-Administrativo por las dudas que planteaba la oposición respecto a la posibilidad de que pudiera volver a presentarse sin vulnerar los Estatutos. Sin entrar en el fondo del asunto, y hasta que se dicte sentencia, la Justicia permitió, de manera cautelar, la celebración de las elecciones que otorgaron a Herráez la mayoría absoluta. Por eso zanjó cualquier duda sobre su elegibilidad asegurando que «existe un resultado electoral cierto, que ha adquirido firmeza», dijo con contundencia. El acto contó incluso con un notario, cuyo cometido era certificar su desarrollo y garantizar «la literalidad» de todas las intervenciones.
Sin embargo, el tono institucional se vio alterado por interrupciones reiteradas de Jesús San Vicente, rival de Herráez en las elecciones y representante del Grupo Nexocoam, que se puso en pie en el salón con intención de intervenir. Alegó que el acto debía ser anulado porque, a su juicio, constituía un «abuso de poder» de Herráez y un incumplimiento de los estatutos por el hecho de que tomara posesión del cargo y no siguiera en funciones hasta que los tribunales se pronuncien. Y es que, en su opinión, las medidas cautelares que permitieron participar a todas las candidaturas en las elecciones de mayo « no significan que el proceso esté plenamente validado».
San Vicente hizo varios intentos de boicotear el acto, junto a otra integrante de la Junta de Representantes, Elena Sarabia, quienes pedían con insistencia intervenir públicamente para expresar su contrariedad por lo que estaban presenciando. Herráez solicitó en reiteradas ocasiones el «silencio, respeto y educación» de sus adversarios, a los que evitó dar la palabra en un acto que, desde su punto de vista, no procedía.
Superado el incidente, se procedió a la lectura completa de la nueva Junta de Gobierno y del listado de los 73 miembros de la Junta de Representantes.
El decano del Colegio de la Abogacía de Madrid, Eugenio Ribón, intervino para avalar el proceso electoral del COAM. Para ello aludió a un informe jurídico emitido por el organismo que preside, que respalda la corrección del procedimiento seguido y la firmeza del resultado electoral. En ese momento, Jesús San Vicente volvió a interrumpir el acto poniéndose en pie para cuestionar la presencia de Ribón. «Se ha posicionado desde un principio en un proceso que arrastra un conflicto de intereses evidente con nuestro propio decano, porque ambos son presidente y vicepresidente de la Unión Interprofesional. Llevan meses utilizando su plataforma para emitir declaraciones en nombre de 400.000 colegiados, cuando a la mayoría esto ni le va ni le viene. Además, mantienen una relación personal y profesional de décadas», argumentó.
En medio de los intentos de reventar el acto, la directora general de Vivienda y Rehabilitación de la Comunidad de Madrid, María José Piccio-Marchetti Prado, cerró la sesión haciendo saber a los asistentes que no estaba al tanto de que debía intervenir e incluso pidió que sus palabras no figuraran en el acta notarial.
Una vez concluida la toma de posesión, Jesús San Vicente calificó lo ocurrido en la sala como «un golpe de mando que intentan legitimar por la vía de los hechos». En su opinión, «los juzgados han sido muy claros: únicamente permitían su participación en las elecciones de manera cautelar. Punto. Todo lo demás, incluida la presión para que el presidente de la Mesa Electoral cambiara el sentido de la proclamación, ha fracasado. El abuso de poder es clarísimo. Lo ocurrido, por decirlo suavemente, es más propio de prácticas trumpistas, chavistas o putinistas», dijo indignado. Después se dirigió a impugnar la toma de posesión ante la Comisión de Recursos del Colegio, que previsiblemente decidirá sobre la cuestión en el plazo de un mes.
Ya oficializada la toma de posesión, el decano aseguró que las interrupciones de sus adversarios «eran esperadas. Son personas que piensan de otra forma y entienden que cualquier foro vale para llamar la atención, pero no le doy mayor importancia».
Sigfrido Herráez justificó la celebración del acto como una forma de «defender la democracia y la libertad. No puede ser que no tomemos posesión de nuestros cargos quienes ganamos unas elecciones con mayoría absoluta y que se oponga a ello el presidente de la Mesa Electoral, siendo tío del otro candidato». Herráez se plantea ahora que el Colegio «funcione con normalidad», no de manera interina, sino «con mayor rotundidad. Me planteo defender el prestigio de la profesión», dijo.