Tradición

Ni el bocata de calamares ni el cocido: este es el plato más pedido en los restaurantes de Madrid

Aunque se trata de una receta muy tradicional, solo comenzó a ser apreciada hace pocas décadas

Imagen de archivo de varios turistas en una terraza de la Plaza Mayor en Madrid.
Imagen de archivo de varios turistas en una terraza de la Plaza Mayor en Madrid.EFE

Además de las paellas, el pan con tomate y la tortilla que tanto demandan los extranjeros cuando llegan a España, lo cierto es que la ciudad de Madrid tiene una gastronomía increíblemente rica y variada que ofrecer al consumidor.

Quienes quieren ir más allá de los topicazos nacionales y optan por la tradicional cocina madrileña jamás se arrepienten. Y es que si por algo destaca la capital de nuestro país es por sus platos guisados.

Las preparaciones más típicas de la capital

Hace tan solo un par de años, la Guía Repsol dio una lista con "los platos más castizos" de Madrid, que son los siguientes:

  • Cocido madrileño.
  • Callos a la madrileña.
  • Patatas bravas.
  • Mollejas.
  • Huevos estrellados.
  • Carrilleras ibéricas.
  • Rabo de toro.
  • Gallina a la pepitoria.

Como ven, esta ciudad no destaca precisamente por comidas muy ligeras, y quienes comen aquí se suelen ir bastante llenos y satisfechos. Como capital del Reino de España, Madrid ha atraído hasta ella a miles de ciudadanos de todo el país y el extranjero, los cuales han dejado su marca en todos los aspectos culturales de la ciudad, incluyendo por supuesto la gastronomía.

¿Cuál es el plato más demandado en Madrid?

Aunque a más de uno le pueda sorprender, una de las opciones de la carta que más suelen escoger los clientes en los bares de esta ciudad no es otra que el famoso rabo de toro, una receta de alta tradición.

Este plato no tiene su origen en Madrid, sino en la provincia andaluza de Córdoba, y los historiadores lo sitúan en torno a finales del siglo XVI. Pero una preparación tan deliciosa, por supuesto, se conocía desde antes, pues ya se elaboraba desde la época de los romanos.

Guiso de rabo de toro
Guiso de rabo de toroLa Razón

Con la emigración de los habitantes del sur de la Península que llegaron a la capital en busca de una mejor vida y mayores oportunidades laborales, este plato tan delicioso pasó a formar parte también de la rica gastronomía madrileña.

Se cree que, en los comienzos, esta receta se elaboraba con la cola de los toros bravos que habían sido utilizados en las corridas taurinas, por lo que la carne se comía extremadamente fresca.

A pesar de que es considerado como casquería, el rabo de todo difiere mucho en textura y sabor de otras vísceras. Es una de las piezas que contiene más colágeno, lo que hace que las salsas queden muy espesas y sabrosas.

Además, por su alto contenido en grasa, esta carne es muy melosa. Para que quede en un punto ideal, debe cocerse durante varias horas, hasta que las fibras de la carne prácticamente se deshilachen solas y casi parezca que se funde en la boca.

Receta para hacer rabo de toro en casa

El año pasado publicamos en LA RAZÓN la receta de Bárbara Rey de este plato tan tradicional, y lo cierto es que es deliciosa, así que aquí va de nuevo para todo aquel que lo quiera preparar y darse un festín con este verdadero manjar.

Ingredientes:

  • 1Kg. de rabo de toro
  • 2 Kg. de patatas
  • 1 cebolla
  • 3 tomates
  • 1 pimiento verde
  • Dientes de ajo
  • Zanahorias
  • 1 vaso de vino tinto
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 pizca de pimentón molido
  • Aceite de Oliva

Preparación:

  • "Se calienta en una cacerola el aceite de oliva virgen extra y se sofríen la cebolla, las zanahorias, el pimiento verde y los ajos".
  • "Cuando está todo un poco hecho, se echan los tomates cortados en trozos pequeños".
  • "Después se colocan los trozos de rabo de toro sobre el sofrito en una tanda, se marean por la dos caras, se le echa el vino tinto y blanco, las especias y la carne de los pimientos secos".
  • "Se cubre con agua y se cuecen durante casi una hora a fuego no muy fuerte, retirando la espuma que se produce, hasta que estén tiernos, y se le da el punto de sal".
  • "Para finalizar, se cortan las patatas en lonchas gruesas y se maceran durante una hora con un poco de aceite de oliva virgen extra, orégano y dos dientes de ajo machacado. Finalmente se fríen en aceite no muy caliente, hasta dorarlas".