Madrid

Catorce preguntas a 300.000 vecinos para transformar los barrios “jóvenes” de Madrid

El Ayuntamiento abre una consulta entre los residentes de los Programas de Actuación Urbanística, los llamados PAU, y creados en los años noventa. Más de 3.000 ya han contestado sobre las mejores que necesitan

Recreación de El Cañaveral, en Vicálvaro, uno de los PAU actualmente en construcción
Recreación de El Cañaveral, en Vicálvaro, uno de los PAU actualmente en construcciónLa Razón

Hay un concepto urbanístico que, en los últimos años, suena con mayor fuerza y frecuencia en boca de alcaldes, concejales y técnicos: los PAU. Siglas de Programas de Actuación Urbanística. Un término algo frío, pero que, traducido a nuestro día a día, vendrían a ser aquellos barrios jóvenes, que, pese a su juventud, apenas 30 años de existencia, ya estarían consolidados en el mapa municipal. Comparten una serie de características comunes: un dimensionamiento amplio de las vías principales destinadas a los coches; abundancia de zonas verdes, que pueden estar integradas dentro de los barrios o diseñadas como protección de las autopistas; gran distancia entre edificios, originada por la amplitud de algunas calles, y un espacio urbano definido por una edificación homogénea, con pocos puntos de referencia, lo que dificulta la orientación de las personas. Como se puede constatar, no todos los atributos son positivos. Su diseño, en los años noventa del pasado siglo, no anticipó problemas futuros, como la accesibilidad o la proximidad de servicios indispensables. Por ello, el Ayuntamiento de Madrid da ahora la palabra a los residentes.

Desde el pasado 21 de marzo y hasta el próximo 21 de abril, los vecinos de dieciséis PAU de Madrid ya pueden acceder, previo registro, a la web de Decide Madrid para decir cómo quieren que sean sus futuros barrios. En total, hablamos de más de 300.000 habitantes pertenecientes a las 16 zonas que serán objeto de análisis: Arroyo Fresno I y II, El Cañaveral, El Espinillo, Ensanche de Carabanchel, Ensanche de Vallecas, Ensanche Este de Pavones, Ensanche Este de San Blas, Las Rosas, Las Tablas, Montecarmelo, Sanchinarro, Tres Olivos, Valdebebas, Valdebernardo y Valderribas.

Las catorce preguntas de las que consta el cuestionario están orientadas a tomar el pulso de los vecinos ante algunos de los problemas que pueden sufrir estos nuevos entornos: " ¿Te orientas fácilmente en las calles y parques de estos barrios?"; "¿habitualmente accedes caminando a los servicios cotidianos que utilizas (comercio, educación, sanidad, cultura...)?"; "¿Existen barreras urbanas (grandes avenidas, zonas verdes, carreteras, etc.), que te dificultan el acceso peatonal a dichos servicios?";" ¿Utilizáis tú y las personas de tu entorno de manera habitual los espacios libres públicos de estos barrios (parques u otras zonas verdes, bulevares, plazas, calles, etc.)?".

Por el momento, se han identificado unos 3.000 usuarios. Ahora bien, algunas preguntas cuentan con más acogida que otras. Una de las que acumula un mayor número es la relativa a las barreras arquitectónicas: hasta ahora, 2.296 personas han señalado en el mapa aquellos puntos que consideran menos accesibles.

Otra de las cuestiones más significativas es la referida a la seguridad. "¿Cuándo paseas por estos barrios, ¿los percibes cómo espacios seguros?". Son cuatro las respuestas posibles: "Sí, tanto de día como de noche los percibo seguros"; "No, solo los percibo seguros de día"; "No, solo los percibo seguros en la noche". Y "No, ni de día, ni de noche". A día de hoy, se han superado las 2.000 respuestas.

Con todo, la pregunta más contestada por los vecinos tiene como objeto aquellos puntos que, consideran, soportan un elevado tráfico de vehículos. Por el momento, más de 3.200 personas han señalizado, como mínimo, tres zonas en las que consideran que el tráfico es excesivo.

En cuento a la limpieza, otra de las cuestiones es si los vecinos perciben que el mantenimiento es el adecuado, con algo más de 2.000 respuestas.

Por último, el cuestionario da la posibilidad a los usuarios de que sean ellos mismos los que propongan las mejoras para que estos barrios sean más seguros, saludables e inclusivos. Por el momento, se han producido, como mínimo, más de 1.700 sugerencias.

En todo caso, las respuestas que den los vecinos no serán vinculantes. El Consistorio explica que las ideas recopiladas "guiaran" las futuras propuestas municipales y actuaciones urbanísticas en los nuevos desarrollos urbanos, incorporando "criterios ambientales y urbanos actuales".

15 minutos

Desde el Área de Desarrollo Urbano que preside Mariano Fuentes (Cs) han asociado esta consulta con el reciente estudio impulsado por el Ayuntamiento de Madrid que indagaba sobre si la capital podía considerarse una “ciudad de los 15 minutos”: la posibilidad de que los vecinos tengan a su alcance, como máximo en un cuarto de hora, todos los equipamientos que precisen para su bienestar. La respuesta fue afirmativa: nueve de cada diez habitantes (el 92,7%) tenían a a 1,2 kilómetros desde cada portal de su casa todos los servicios básicos (salud, educación, cultura...), a excepción de su puesto de trabajo. Ahora bien, había un 8,3% de madrileños que no. Y uno de los núcleos menos favorecidos eran los “barrios nuevos, los ensanches contemporáneos, que no han finalizado la ejecución ni la implantación de equipamientos y servicios”. Esto es, los Programas de Actuación Urbanística. Uno de los ejemplos citados en el estudio era el PAU de Carabanchel, que depende únicamente de una sola opción de movilidad, frecuentemente con un único acceso distante de las zonas periféricas del barrio, “y que sería necesario complementar con otras opciones”. De todos estos enclaves, el de Carabanchel, con más de 29.000 vecinos, es el cuarto más habitado, por detrás del de Ensanche de Vallecas (50.651), Sanchinarro (33.526) y muy cerca de Las Tablas (29.894).

Así, a raíz de este estudio, uno de los compromisos del Consistorio es que “los PAU tengan las mismas oportunidades que el resto de los barrios y se llenen de vida y actividad”, de forma que se “planifiquen mejor los equipamientos dotacionales que faltan”.

Uno de los PAU más beligerantes en lo que respecta a la poca accesibilidad de los servicios es El Cañaveral, en el distrito de Vicálvaro. Englobado en el desbloqueo de los desarrollos del sureste (junto a Los Cerros, Los Ahijones, Valdecarros y Los Berrocales) impulsado en el actual mandato, se trata, de hecho, de un barrio aún en construcción. Teniendo en cuenta al ritmo al que avanzan las construcciones de vivienda en la zona y que su población va en aumento año tras año, consideran que aún faltan muchas dotaciones básicas para poder equipararse a cualquier otro barrio de Madrid. Entre estas reclamaciones, se encuentran un Centro de Salud y más colegios e institutos públicos.

No en vano, está prevista la construcción en la zona de alrededor de 14.000 viviendas, de las cuales el Ayuntamiento anunció que destinará 1.000 al alquiler asequible para jóvenes. Actualmente en distintas fases de ejecución, los beneficiarios serán menores de 35 años y familias con hijos menores, con un precio del alquiler inferior al 30 % de sus ingresos: entre 300 y 600 euros mensuales para pisos de dos dormitorios (30 % del total), tres (60 %) y cuatro (10 %). Así, El Cañaveral se prepara para acoger a miles de nuevas familias. Y tanto estas como las ya residentes, esperan vivir en un entorno en el que el acceso a servicios suponga el último de sus problemas.

Recreación de las futuras viviendas de Los Berrocales, en Vicálvaro
Recreación de las futuras viviendas de Los Berrocales, en VicálvaroGrupo Ibosa

LOS QUE ESTÁN POR VENIR

Algunos de los PAU no se han incluido en la encuesta vecinal por la sencilla razón de que aún no existen. Sin embargo, ya están en marcha. Uno de ellos es el de Los Berrocales, en el distrito de Vicálvaro, y que se enmarca dentro del desbloqueo de los desarrollos del Sureste. A finales del pasado año, el Ayuntamiento aprobó el proyecto de reparcelación de esta superficie de más de ocho millones de metros cuadrados, y en el que está prevista la construcción de 22.000 viviendas, de las cuales la mitad gozarán de algún tipo de protección. El resto del ámbito constará de más de 640.000 m2 de parque industrial (incluyendo industria tradicional), 235.000 m2 de oficinas y 220.000 m2 de usos terciarios. Por otro lado, un millón de metros cuadrados irá destinado para equipamientos y servicios municipales de carácter general, garantizando las dotaciones precisas.