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Municipios

Coslada: las ratas campan a sus anchas en la comisaría de Policía Local

Su presencia se suma a las quejas vecinal por su proliferación en el municipio

Uno de los roedores, en la cantina de la Policía Local LRM

Después de un mes en el que varios vecinos han denunciado su presencia en la ciudad, el problema de Coslada con las ratas se ha trasladado a su comisaría de Policía Local, en la avenida de la Constitución. Las imágenes, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, muestra como los roedores campan a sus anchas por las oficinas. Entre otras zonas, en la cantina, entre electrodomésticos, donde los agentes comen.

Un roedor, en el suelo de la comisaríaLRM

Se trata de una situación denunciada en numerosas ocasiones por el PP de la localidad madrileña. Hace ahora dos años, y ante la proliferación de ratas en el municipio, la formación exigía tomar medidas «para hacer frente a esta creciente problemática». De hecho, el PP registró entonces una moción que fue debatida en un Pleno ordinario para buscar «una solución integral al problema». Visto lo visto, cayó en saco roto.

«Desde hace más de un año, la ciudad de Coslada ha enfrentado un creciente problema relacionado con la aparición creciente de ratas. Además, innumerables quejas ciudadanas, respaldadas por pruebas visuales que incluyen videos y publicaciones en redes sociales, han destacado la presencia de ratas en diversos puntos de la ciudad, con un enfoque particular en el Barrio de la Estación, Ciudad 70 y Casco», denunciaron entonces los populares. Y es que «la existencia de estas plagas representa una amenaza seria para la salud pública, que va más allá del riesgo de mordeduras. Estos roedores pueden ser portadores de enfermedades graves, como el tifus, la leptospirosis o la rabia».

Ahora, tras las nuevas quejas municipales y la presencia de ratas en la comisaría, el PP vincula la situación con la «decadencia» derivada del «abandono crónico» de los servicios por parte del gobierno socialista. Y es que, además del problema con las ratas, señalan la «falta de limpieza en las calles», la «ausencia de conservación de zonas verdes», los imbornales y las alcantarillas «sin desatascar» y las «incidencias continuas» en la recogida de basuras de hasta 72 horas sin retirar. «El bienestar animal se nos ha ido de las manos», concluyen.