Seguridad

La delincuencia en Madrid también hace “vida normal” tras el Covid

Las estadísticas apuntan, tras el parón del confinamiento y la pandemia, cuando los ciberdelitos se dispararon, que los delitos sexuales, el narcotráfico y los homicidios vuelven con fuerza en la región

Operación en Madrid contra bandas urbanas
Operación en Madrid contra bandas urbanaslarazonEFE/Policía Nacional

La violencia tiene una doble lectura. No hablamos exactamente de los ladrones, asesinos, carteristas o secuestradores. Lo hacemos si estudiamos las distintas interpretaciones que, desde el Gobierno y sus responsables de seguridad, se hace de la violencia, en mayor o menor medida, que ha hecho presa en nuestra región. Una situación que, a la luz de las estadísticas, ha ido a más en determinados “campos”. Y es que en esto de la seguridad una cosa es la sensación de la ciudadanía y otra la de algunos poderes públicos, empeñados en “quitar hierro” al asunto. Sin embargo, las cifras cantan. Y muy alto.

Como en tantas cosas, la delincuencia también ha sido “tocada” por el Covid. De ahí que sea necesario analizar con el prisma del tiempo y la pandemia las cifras de tantos delitos. Y es que, por aquello del confinamiento y el toque de queda, por aquello de no poder salir a la calle a disfrutar, comer o cenar, lo que para muchos era un “encierro” para los amigos de lo ajeno era un impedimento para poner en marcha sus “iniciativas”. Otra cosa es los ciberdelincuentes. Ellos, como tantos que teletrabajaron durante la pandemia y el confinamiento, han podido hacer de la suyas sin el menor reparo. De ahí que entre 2019 y 2022, pese a que las estadísticas apuntan a que la criminalidad se redujo en la Comunidad de Madrid en un 1,2 por ciento, los cibercriminales y sus delitos se incrementaron en un 74,1 por ciento. Ahí es nada.

El Ministerio del Interior reconoce, si valoramos el pasado año 2022, este incremento de los delitos en los primeros nueve meses del año, pero apunta que los datos deben de compararse con el año 2019 para evitar distorsionar los resultados con los años de pandemia por el coronavirus. Así, el repunte pasa de ser de un 22,2% respecto al año 2021 a ser del 5,5% en comparación con el mismo periodo de 2019.

La delincuencia en la Comunidad de Madrid también creció hasta el tercer trimestre de 2022, pero en menor medida que en el resto del país. El 20,4% más de infracciones que se cometieron en la región responde a un aumento de todos los indicadores, salvo el de los secuestros (-33,3%) y robos en establecimientos (-4,5%). Empeoraron especialmente los asesinatos en grado tentativa (55%) y los consumados (34,8%), así como los hurtos (27,6%).

Si bajamos a la arena de los datos puros y duros, tenemos que los homicidios dolosos y los asesinatos consumados se incrementaron un 46,5 por ciento; al tiempo que los asesinatos en grado de tentativa se incrementaron un 71,8%. Curiosamente, los secuestros descendieron un 12,5 por ciento.

Respecto los delitos de índole sexual, la Comunidad de Madrid, como tantas otras regiones, ha sufrido un incremento sustancias. Estos delitos contra la libertad sexual se incrementaron un 25,4 por ciento. De ellos, las agresiones sexuales con penetración se incrementaron un 59,7% y el resto subieron un 20,6%.

Lo que sí bajaron, a la luz de estas estadísticas, fueron los robos con violencia o intimidación: en un 16,4 por ciento. De la misma manera bajaron los robos con fuerza en domicilios, establecimientos u otras instalaciones, en un 25,3 por ciento. Los robos en domicilios bajaron un 17,7%. También los hurtos descendieron en un 13,8 por ciento. Así como las sustracciones de vehículos, en un 7,2%.

En relación al narcotráfico, un negocio boyante para algunos, se incrementó un 15,6%. El resto de la criminalidad convencional bajó un 2,9%. Como apuntamos al principio, si algo ha traído la pandemia y el confinamiento, es un aumento de las “actividades” de los ciberdelincuentes. De ahí que las estafas informáticas aumentaran un 78 por ciento y otros ciberdelitos se incrementaran un 43,5 por ciento.

¿Cuáles son los municipios más inseguros de Madrid?

Un total de 35 municipios de más de 20.000 habitantes de la Comunidad de Madrid aparecen en el informe del Ministerio del Interior. A la cabeza, Madrid seguido de Arroyomolinos, Rivas-Vaciamadrid, Majadahonda, Pinto, Collado Villalba, Leganés, Las Rozas, Arganda del Rey, Getafe, Parla, San Sebastián de los Reyes, Alcalá de Henares, Valdemoro, Galapagar, San Fernando de Henares, Alcobendas, Móstoles, Coslada, Pozuelo de Alarcón, Colmenar Viejo, Alcorcón, Aranjuez, Fuenlabrada, Torrejón de Ardoz, Tres Cantos, Boadilla del Monte, Algete, Arroyomolinos, Ciempozuelos, Mejorada del Campo, Navalcarnero, Paracuellos del Jarama, Torrelodones, Villanueva de la Cañada y Villaviciosa de Odón. En este sentido, según los datos del Balance de Criminalidad, la tasa de criminalidad de España hasta el mes de septiembre de 2022 fue de 36,6 delitos por cada mil habitantes. Un índice superado en casi diez puntos en la Comunidad de Madrid (44,3), donde solo cuatro municipios superaron o igualaron la media regional: Arroyomolinos (58,8), Madrid (54,4), Majadahonda (46,2) y Rivas Vaciamadrid (44,3). En cambio, trece localidades presentaron peores resultados respecto al resto de España, entre ellas Ciempozuelos (41,1), Pinto (41,1) y Valdemoro (36,8).

Si vamos a unas fechas más cercanas, por ejemplo la diferencia entre 2021 y 2022, tenemos que Arroyomolinos sumó 2.790 delitos, un 5,7%; Madrid tuvo 243.401, nada menos que un 20; Alcalá de Henares 10.329, un 7,2%; Majadahonda 4.584 delitos, un 17,1; o Arganda del Rey 2.964, un 22,4 por ciento más. Unas cifras que muestran, claramente, la "vuelta" con fuerza a la actividad de los delincuentes tras la pandemia.

Delitos de odio y "narcopisos"

Un asunto que también preocupa es la radicalización ideológica de la sociedad. En este sentido, los delitos de odio en la ciudad de Madrid, según apuntan desde la Delegación del Gobierno, han descendido drásticamente reduciéndose a la mitad, algo que subraya también la tolerancia de la ciudadanía madrileña. En cuanto a la problemática con los denominados ‘narcopisos‘, se ha subrayado las 112 operaciones con un resultado de 220 detenidos, realizadas hasta finales de 2022.

Bandas

Contención y control marcan las políticas públicas frente a una lacra, la de las bandas, muchas de ellas relacionadas con grupos latinos como los DDP o los Trinitarios, que han sumado, solo el pasado año 2022, cinco muertos en la región. Una situación de violencia que estuvo larvada durante la pandemia, pero que el pasado año resurgió con fuerza. Con violencia. Frente a ello se puso en marcha un Plan de Actuación, de carácter preventivo, a raíz del asesinato, el primer fin de semana de febrero de 2022, de dos jóvenes, uno de 15 años en la calle Atocha y otro de 25, en el distrito de Usera. Una situación que alarmó a los madrileños y que propició un operativo, mantenido en el tiempo, desde el pasado 10 de febrero de 2022, contra estas bandas en distritos como Carabanchel, Latina, Puente de Vallecas, Usera, Villaverde, Centro, Arganzuela, Ciudad Lineal, San Blas-Canillejas, Moratalaz, Vicálvaro y Tetuán y en los municipios de Parla, Alcorcón, Alcobendas y Leganés. En ese operativo se han llevaron a cabo más de 35.000 actuaciones (97 diarias), se procedió a la identificación de 166.681 personas –un 20% menores de edad– (463 diarias), se detuvieron a 1.860 personas –un 23% menores de edad– (5 cada día), además de incautarse 980 armas (casi 3 diarias) -navajas, cuchillos, machetes, palos, bates, detonadoras/airsoft o puños metálicos, algunas de ellas de fuego- y levantarse 9.482 actas de droga (26 diarias).

Unas actuaciones que, pese a su importancia, no son suficientes, ya que la violencia del último año y medio, con asesinatos como el del joven Alex, a mediados del pasado marzo, las "okupaciones" y robos mantienen, en distinta medida, el descontento ciudadano en la región con el nivel de seguridad. Una asignatura en la que la administración pública, en este caso la Delegación del Gobierno, recibe, año tras año, el suspenso de los madrileños.