Policía Nacional

Desarticulado un grupo criminal especializado en relojes de lujo

La Policía Nacional ha detenido a cinco individuos que robaban de forma violenta relojes valorados en más de 30.000 euros en los barrios de Salamanca y Chamartín

El verano sacó a relucir un suculento botín para los ladrones: los relojes de alta gama. El ascenso en el número de robos y concretamente, la violencia que se ejercía en ellos, hizo saltar las alarmas de la Policía Nacional que decidió crear el pasado mes de mayo un grupo operativo de investigación zonal goiz. Desde entonces, diecisiete agentes han estado investigando robos de este tipo ocurridos en los barrios de Salamanca y Chamartín.

La investigación se inició a principios del verano, tras tener conocimiento de una serie de sustracciones de estos efectos exclusivos y de elevado valor económico que seguían el mismo patrón. Solo seis meses más tardes, han puesto fin a la conocida como "Operación Luco" -por la forma en que se conoce vulgarmente a estos objetos "pelucos"- tras analizar los testimonios de las ocho víctimas que han denunciado robos de este tipo, grabaciones de la zona y demás informaciones recabadas. Las investigaciones siguen su curso y es posible que las víctimas asciendan hasta las doce. Han desarticulado un grupo criminal de cinco miembros que han llegado a sustraer ocho relojes, valorados en su total en más de 500.000 euros. Los relojes rondaban los 30.000 y 120.000 euros y eran de grandes marcas como Rolex, Patek Philippe o Richard Mille.

Los detenidos, eran cinco jóvenes sudamericanos de edades comprendidas entre los 23 y 32 años, a los que se les imputan ocho delitos de robo con violencia, intimidación y pertenencia grupo criminal, entre otros. Cuatro de ellos ya contaban con antecedentes como robo con violencia, lesiones o estafa. En las primeras pesquitas, los investigadores detectaron que actuaban de manera coordinada, en pareja y que utilizaban un arma de fuego para intimidar a sus víctimas. Después, huían del lugar de los hechos en motocicletas con matrículas falsas para evitar ser rastreados. Un "modus operandi" importado de Sudamérica, conocido como "Motochorro". La diferencia en este, es que entraba en acción una tercera persona, conocida como "marcador", encargada de visualizar a la víctima y trasladas la información a los otros dos miembros que estaban en la zona montados en una motocicleta.

En el avance de la investigación, detectaron que el grupo nunca actuaba en completo y que estaba perfectamente estructurado. Sino que se conformaba en células de dos o cuatro autores, con un claro reparto de funciones. En la cúspide se encontraba "el marcador" o miembro con más experiencia, encargado de seleccionar a la víctima en función del valor del reloj y capaz de distinguir rápidamente una pieza auténtica de una imitación. Por otro lado, estaba el conductor con la misión de circular por la zona de actuación, sin llamar la atención, listo para acudir rápidamente para realizar el robo y huir del lugar con la suficiente destreza para no ser alcanzados. Finalmente, se encontraban los ejecutores, con la función de arrebatar por cualquier medio el reloj a la víctima. Éstos utilizaban la intimidación en un primer momento y no dudaban en pasar rápidamente a la violencia o a mostrar un arma de fuego si fuese necesario, y para asegurarse el éxito en pocos segundos.

Esto hacía que el perfil de las víctimas fuese muy variado, pues lo importante para los ladrones era que el objeto a sustraer fuese de alta gama. La gran violencia ejercida sobre ellos, les impedía reaccionar ante el robo pese a que fuesen gente joven. Una de las víctimas más recientes, fue un octogenario al que golpearon fuertemente en la cabeza con la culata de la pistola dejándole prácticamente inconsciente.

La desarticulación de este grupo criminal jerarquizado se produce con la práctica de cuatro entradas y registros domiciliarios y la detención de sus cinco integrantes como presuntos autores de ocho delitos de robo con violencia en intimidación, tenencia, ilícita de armas, lesiones, falsedad, documental y pertenencia al grupo criminal. Los arrestados fueron puestos a disposición de la autoridad judicial decretando su inmediato ingreso en prisión.