"Hecho puntual"
El juez rechaza que la madre investigada por maltrato a sus hijos en Colmenar ingrese en prisión
El médico y su esposa se encuentran en libertad provisional tras ser detenidos por la Guardia Civil a finales del mes de marzo. El investigado es médico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y sigue en activo
El juez de Instrucción número 4 de Colmenar Viejo ha rechazado que la mujer investigada junto a su marido por presunto maltrato a sus ocho hijos en Colmenar Viejo ingrese en prisión por vulnerar la prohibición de comunicarse con los menores.
Así consta en un auto, en el que el magistrado desestima la petición de ingreso en prisión formulada por la acusación que ejerce la Comunidad de Madrid al ser el responsable de tutelar a los hijos.
El caso se destapó después de que una de las hijas mayores alertara en el centro escolar de presuntos episodios de malos tratos a manos de su padre hacia ella y sus hermanos en el domicilio familiar.
El médico y su esposa se encuentran en libertad provisional tras ser detenidos por la Guardia Civil a finales del mes de marzo. El investigado es médico de urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y sigue en activo.
La petición de ingreso en prisión se formuló a través de la acusación que ejerce la Comunidad al tener conocimiento de que una de las hijas había logrado hablar con su madre a través de una llamada telefónica a pesar de la prohibición de la investigada en comunicarse con las menores.
La abogada de la madre, la letrada Beatriz Uriarte del despacho Ospina Abogados, considera que lo sucedido se produjo por una posible falta de rigor por parte de los encargados de la tutela a la niña.
En la resolución, el juez esgrime que se trata de un hecho puntual y que en este momento de la investigación se mueve "en el campo de la posibilidad del delito y no de la probabilidad". Además, considera que no resulta respetuoso con el principio de proporcionalidad y necesidad la adopción de una medida tan gravosa.
Presunto maltrato
La Guardia Civil acusa al matrimonio de maltratar a sus ocho hijos, a quienes obligaban a "malvivir" en una habitación, teniendo prohibido pisar el salón. Los menores eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
El pasado 20 de marzo, el Equipo de Policía Judicial de Colmenar llevó a cabo una entrada y registro del domicilio. En dicho registro también participaron el Fiscal de Guardia, Agentes tutores de la Policía Local de Colmenar Viejo, Servicios Sociales y agentes del Equipo Mujer Menor (EMUME) de la Comandancia de Madrid.
En las exploraciones, los niños han hablado de episodios de violencia hacia ellos y hacia su madre, un extremos que niega tanto el padre como la madre. Una de las menores comentó incluso que su padre le habría dislocado la clavícula en uno de sus golpes.
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