Madrid se alía con el Bus VAO frente a los atascos

La Comunidad de Madrid, liderada por el PP, ha apostado por invertir estos primeros meses de la segunda etapa de Ayuso en dar viabilidad a proyectos que ya estaban prediseñados desde la primera legislatura. Ejemplo de ello fue el anuncio de la semana pasada, sobre la transformación del monumento a las víctimas del 11-M por las obras de ampliación de la línea 11 a la altura de Atocha. De la misma forma, este mes de agosto siempre es habitual que se comuniquen o se inicien proyectos urbanísticos o de obras públicas.

Uno de los últimos planes se ha anunciado a través de la reciente firma de un convenio, para iniciar las obras de construcción del nuevo Bus VAO de la autovía A-2, entre Torrejón de Ardoz y la ciudad de Madrid. El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, rubricó hace unos días este acuerdo para empezar los trabajos de estos dos carriles de entrada y salida a Madrid que permitirá disponer, en hora punta, de un corredor de 19 kilómetros reservado para autobuses y vehículos de alta capacidad.

No es casualidad que esta infraestructura conecte la capital con una de las zonas del norte de la Comunidad de Madrid con mayor proyección. Por este motivo, se busca dinamizar las conexiones de transporte público entre ambos puntos y a su vez, intentar desmasificar el tráfico de la autovía. Así, los primeros accesos para los conductores serán desde Torrejón de Ardoz o a través de un punto desde la Avenida de América en la capital con el objetivo de ahorrarles tiempo y consumo de combustible desde su entrada en servicio. Esta estación es uno de los epicentros del transporte público madrileño, especialmente en horario laboral. Las estimaciones calculan alrededor de 20.000 viajeros diarios que ayudarán a descongestionar el tráfico en esta carretera de acceso a Madrid. Se trata de un modelo de Bus VAO gratuito que utiliza los carriles izquierdos de ambos sentidos, pero sin llegar a construir una separación física, ya que su ubicación se delimita por medio de sistemas inteligentes de transporte como paneles de señalización variable, balizas luminosas incorporadas al pavimento, cámaras de lectura de matrículas y otros elementos que hacen restringir el acceso y determinar el sentido de circulación. De este modo, esta transformación supondrá el menor impacto posible para los madrileños, tanto en lo relativo al medioambiental como logístico, minimizando así los cortes de carretera o las alteraciones del tráfico durante el proceso.

Todo apunta a que este proyecto no será el único de estas características, ya que la red de carreteras que rodea a esta Comunidad cuenta con posibilidades para ampliar su volumen de accesos. Por ello, esta idea podría replicarse en otras vías saturadas que prestan acceso a Madrid. En concreto, este proyecto de Torrejón de Ardoz ha sido diseñado y probado por el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) mediante simulación informática, lo que permite un aún mayor ahorro del coste económico y agiliza además su construcción. Con todo ello, el coste de la obra asciende a 13 millones de euros que serán financiados por el Gobierno regional, a través del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, el Ayuntamiento de la capital, y la Administración General del Estado.

Así, según se informa en el comunicado emitido el mismo día de la firma, «con la ejecución de esta infraestructura pública, el Gobierno regional fomenta la movilidad, el desarrollo económico y la cohesión social de la Comunidad de Madrid. Asimismo, contribuye a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, minimizar el impacto sobre el medio ambiente impulsando el consumo eficiente de recursos, y disminuir los tiempos de viaje en transporte público».

Pero esta transformación de las redes de tráfico también significa la adaptación a los últimos cambios que ha sufrido la ciudadanía. Desde que se superase la pandemia, ciudades como Madrid tenían el reto de volver a impulsar la movilidad durante el horario la boral, con el fin de revalorizar las miles y miles de oficinas que alberga. Para ello resultaba fundamental dinamizar el tráfico en hora punta, favoreciendo la eficiencia laboral y la reducción de la inversión de tiempo en el traslado al trabajo, en pro de la conciliación familiar.

Otro factor que impulsa esta clase de proyectos reside en la redistribución de la población hacia municipios secundarios de la Comunidad de Madrid, buscando la desmasificación de la capital y el crecimiento de otros espacios colindantes o cercanos. Para lo cual, resulta clave mejorar las conexiones entre el extraradio y el centro de la región, así como potenciar las economías más cercanas.

También, en los últimos años se ha disparado la concienciación sobre la sostenibilidad y la importancia que puede tener la sustitución del transporte privado por el público, algo de lo que la Comunidad de Madrid lleva tiempo siendo consciente, facilitando el precio de los abonos, entre otras medidas.

Cómo evitar multas

Esta clase de carriles a menudo resulta un claro condicionante a la hora de seleccionar método de transporte. También, circular inadecuadamente por esta vías supone una de las causas más habituales por las que ser multado. La clave está en las tres letras finales: VAO, que significan «Vehículos de Alta Ocupación», es decir, aquellos con más de un ocupante. Además, esto fomenta el uso compartido de los automóviles privados así como el transporte público, en detrimento de las emisiones.

En España, el primer carril Bus VAO se inauguró, precisamente, en la A6 de Madrid y, desde entonces, ha logrado reducir en un impresionante 47% el número de vehículos con solo un ocupante circulando por esa vía, una de las más transitadas de Europa. En la actualidad, existen carriles de este tipo en ciudades como Granada, Barcelona y Sevilla, cada uno con sus propias reglas de uso, aunque el requisito de ocupantes es común para todos.

El propósito del carril Bus VAO es descongestionar el tráfico en las entradas a las grandes ciudades. En general, solo se permite el paso a vehículos con más de un ocupante, aunque algunos carriles también pueden tener restricciones según el día o la hora. En cuanto a los tipos de vehículos que pueden utilizar el carril Bus VAO, se encuentran motocicletas, turismos, furgonetas, vehículos mixtos, vehículos de transporte de mercancías de hasta 3.500 kg y autobuses, siempre y cuando cumplan con el mínimo de ocupantes requerido.

Sin embargo, hay excepciones a esta norma, que permiten que ciertos vehículos utilicen el carril Bus VAO, independientemente del número de ocupantes. Entre ellos, se destacan los coches eléctricos o la modalidad híbridos enchufables con etiqueta medioambiental Cero Emisiones, así como vehículos prioritarios, vehículos de urgencias y los de mantenimiento de carreteras. En cuanto a las limitaciones, hay ciertos vehículos que no pueden usar el carril Bus VAO en ninguna circunstancia, como los de tracción animal, camiones articulados, ciclomotores y turismos con remolque.

En términos de normas y multas, no hay una velocidad límite específica para estos carriles, ya que se aplica el límite establecido para ese tramo en particular. También se deben cumplir todas las normas de circulación habituales en relación a adelantamientos, distancia de seguridad y preferencia de paso. También, es importante tener en cuenta que la multa por utilizar el carril de alta ocupación sin cumplir los requisitos establecidos es de 200 euros, aunque esta cantidad puede reducirse a la mitad si se abona de manera voluntaria dentro del plazo estipulado, como suele ser habitual. Así, este tipo de carriles ya son un elemento habitual más en la circulación por carretera de las grandes ciudades españolas, en beneficio de su descongestión.