Queja
Madrid denuncia que el Gobierno le quita uno de cada dos euros en sanidad
Matute acusa al Ejecutivo central de asfixiar a Madrid, defiende que su modelo sanitario no es de los más privatizados y rechaza que haya fuga de médicos
Si hay un tema espinoso en Sanidad es el de la financiación. La Consejera madrileña, Fátima Matute, denunció en un encuentro con los medios de comunicación, que Madrid no solo invierte en materia sanitaria cada vez más, sino que soporta el peso de un modelo exitoso al que, en su opinión, el Gobierno central «le quita oxígeno mientras presume de ensancharlo». «Se nos acusa de desmantelar la sanidad pública y es mentira», dijo molesta por los ataques que recibe su departamento. «Tengo los datos: no llevamos dinero a la sanidad privada. Nuestros hospitales de titularidad pública y gestión directa se llevan la mayor parte de la inversión. Mientras tanto, en Cataluña, de 56 hospitales, solo ocho son públicos de gestión directa». Con ello trató de evidenciar que el modelo madrileño no es el más privatizado de España, por mucho que algunos se empeñen en sostenerlo.
Matute también sacó pecho con las listas de espera que publica cada mes: «Nos desnudamos delante de todos porque no tenemos nada que ocultar», y presumió de que son las más bajas del país. Pero también dejó claro que «para sostener esto necesitamos financiación, y el Estado nos da la espalda».
La consejera ahondó más en su queja al hablar del dinero: «En 2023, el Estado transfirió a Madrid 3.225 millones para sanidad. En 2024, fueron 1.722. Nos quitaron 1.500 millones, uno de cada dos euros», para después proseguir: «Entonces, ¿quién ensancha y quién estrecha la sanidad?».
De paso, criticó la retórica ministerial sobre «ensanchar el sistema» mientras los planes de salud mental se financian con apenas 80 céntimos por paciente y la atención primaria recibe 3,6 euros por cabeza. «¿De verdad alguien cree que con esa cantidad se puede reforzar la atención primaria? ¿Con 80 céntimos se cura un paciente de salud mental?», se preguntó.
La consejera contrapuso esos números al esfuerzo de la Comunidad de Madrid al subrayar que se ha aumentado en 1.600 millones la inversión en sanidad mientras el Ministerio recortaba 1.500. Esa es la realidad, aunque el relato sea otro», sentenció.
Matute denunció que el Ministerio aún debe a Madrid unos 30 millones de euros por la atención sanitaria a población penitenciaria, además de otras cantidades ligadas a terapias avanzadas y al Fondo de Garantía de Compensación. «Desde 2013 no se ha actualizado el sistema de compensación entre comunidades. Es un disparate. A veces solo se paga el primer episodio asistencial y no los siguientes, lo que hace que las deudas sean incalculables».
Explicó que fármacos como los destinados a la atrofia muscular espinal pueden costar 1,3 millones de euros por paciente, y que la ausencia de un sistema claro de compensación provoca enormes desequilibrios.
La titular de la sanidad madrileña también se centró en las críticas recurrentes sobre la falta de médicos en centros de salud y la supuesta «fuga» de profesionales a otras comunidades.
La consejera desmontó la idea de que haya una estampida de médicos a otras autonomías. «No es cierto. El Colegio de Médicos puede dar las cifras: en 2023 se descolegiaron 191, pero se colegiaron muchos más. Lo que sí hay es movilidad profesional, jóvenes que vienen a formarse aquí porque nuestras plazas MIR son las más demandadas y luego regresan a sus comunidades de origen».
No obstante, sí reconoció un déficit estructural de profesionales que afecta a toda España. «El Ministerio debería estar formando 1.100 médicos de familia más al año para revertir la escasez en atención primaria, y no se está haciendo. En Madrid, en los próximos años, se jubilarán unos 6.000 médicos y más de 5.000 enfermeras: un 23% y un 25% de la plantilla. El problema no es solo reponer lo que se jubila, sino aumentar las plantillas porque las enfermedades son más complejas y los pacientes viven más años y requieren más controles», reflexionó.
La consejera detalló que la Comunidad ofrece incentivos de hasta 12.000 euros anuales extra para cubrir plazas de difícil cobertura, especialmente en atención primaria. Pero también expuso la idea de que ni con dinero se logra llenar todas las vacantes: «Yo saco 17 plazas para médicos en un centro de salud y, aunque tengo el presupuesto, no se cubren. No es que no queramos contratar: es que no hay médicos suficientes». No obstante, Matute quiso dejar claro que su estrategia pasa por aumentar las plazas de formación MIR en la Comunidad. De hecho, este año se han ofertado 2.004, pero también advirtió que un médico tarda diez años en formarse. En su opinión, el cuello de botella no está en las facultades de Medicina, sino en las plazas de especialización: «Hay miles de médicos con el título colgado en el salón que no pueden ejercer porque no tienen especialidad. Si no ampliamos las plazas MIR, de nada sirve ampliar las facultades». En este punto volvió a exigir la homologación de títulos de médicos y enfermeras cubanos, con excelente formación.