
Historia
La única farola de la República que pasó desapercibida para Franco y se mantiene en el Palacio Real
Durante el franquismo se retiraron todos los símbolos con referencias republicanas

Es difícil imaginar que alguno de los vestigios de la Segunda República sobreviviese intacto al paso del tiempo, y mucho menos a la férrea voluntad de borrar toda huella simbólica durante el franquismo. Sin embargo, en el extremo noreste del Palacio Real en Madrid, se alza una farola que desafía esa lógica. De época republicana, pasó inadvertida y aún permanece en su lugar original. Su existencia invita a preguntarse cómo logró sobrevivir a décadas de revisiones urbanísticas y purgas simbólicas.
La Segunda República (1931-1939) supuso para España una ruptura con muchos símbolos monárquicos: coronas, escudos, lemas institucionales fueron objeto de sustitución o supresión. Con la Guerra Civil y el sublevamiento franquista, vino el retroceso simbólico: un afán por reinstaurar lo monárquico, lo tradicional, y suprimir cualquier huella visible del régimen anterior.
La farola republicana del Palacio Real
La farola se encuentra situada en la esquina noreste del Palacio Real, en un tramo de la calle Bailén que bordea el perímetro del recinto palaciego. En esa ubicación discreta, lejos del foco central de la Plaza de Oriente, pudo pasar inadvertida incluso para el poder franquista que retiró otros símbolos republicanos de la ciudad.
Desde el punto de vista estético y simbólico, responde al modelo de farolas "fernandinas" o también llamadas isabelinas en su versión decorativa, que se instalaron en Madrid en el siglo XIX. Tras la llegada de la República, se modificaron ciertos detalles: se reemplazó la corona monárquica por una corona mural o almenada, y se suprimieron las flores de lis borbónicas, identificadas con la monarquía. En su base pueden advertirse estos elementos simbólicos republicanos: la corona almenada y el escudo estilizado con rasgos republicanos.

Su proximidad al palacio la hizo "insustituible" sin que el entorno la removiera fácilmente, y fue protegida indirectamente por la vigilancia asociada al propio edificio. En definitiva, la farola se mantuvo no por audacia política, sino por invisibilidad funcional.
Otros vestigios republicanos en Madrid
Aunque la farola del Palacio Real es quizá el ejemplo más llamativo de supervivencia simbólica republicana, no es por completo única. En la calle de Alcalá, en la fachada del Banco de España, aún puede verse un escudo de la Segunda República con corona mural tallado en piedra, un pequeño remanente ornamental que resistió los cambios. Este tipo de escudos republicanos fueron, en muchos casos restaurados, ocultos o recubiertos durante el franquismo.

Aunque no siempre visibles desde la calle o sin señalización, representan fragmentos materiales del pasado que siguen presentes en el tejido urbano. En ciertos barrios madrileños, sobre todo donde se conservan bloques de viviendas de los años 30, pueden encontrarse puertas originales, rejas o ornamentaciones que reproducen estética de la época republicana.
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