
La Semana Política
Ayuso y Almeida encaran 2026: autobuses gratuitos, apertura de túneles y más vivienda
A poco más de año y medio para las elecciones autonómicas y municipales, Madrid avanza ya beneficios para 2026: conexión entre barrios y reducción de la contaminación, agilidad en la movilidad y pisos públicos

Autobuses lanzadera, renovación de la línea 6 de Metro, avances en el soterramiento de la A-5, en la creación del túnel subterráneo y una importante aceleración en la Operación Campamento. La semana en la que se constata que la región sigue liderando la economía, Comunidad y Ayuntamiento anuncian avances en proyectos que impactan directamente en los ciudadanos. A poco más de año y medio para las elecciones autonómicas y municipales, Madrid avanza ya beneficios para 2026: conexión entre barrios y reducción de la contaminación, agilidad en la movilidad, beneficios en el transporte y la construcción de pisos públicos de la mano del Ministerio de Vivienda.
Mientras la izquierda trata de marcar la agenda con Gaza, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida han sido capaces de surfear la política nacional y adelantar medidas como símbolos de gestión para la transformación. Junto al debate ideológico que ha marcado de nuevo la semana, los líderes madrileños han puesto sobre la mesa dos de los proyectos más relevantes: la movilidad y el desbloqueo de la vivienda.
La presidenta anunció la puesta en marcha desde este lunes de un servicio gratuito de autobuses lanzadera entre Moncloa y Ciudad Universitaria para paliar los efectos de las obras de la Línea 6 de Metro. Mientras, el alcalde confirmó que el túnel subterráneo de la A-5 estará operativo en noviembre de 2026 y se coordina ya con el Ministerio de Vivienda para acelerar la Operación Campamento.
El anuncio de los autobuses llega en un momento clave, el inicio de curso universitario, lo que facilitará el transporte para los estudiantes y tendrá un efecto positivo en la movilidad de los madrileños. Las obras de la Línea 6 —una de las más saturadas del suburbano madrileño— han obligado a diseñar una alternativa rápida y directa para los miles de estudiantes y trabajadores que se desplazan cada día al campus de Ciudad Universitaria. El servicio gratuito cubrirá de manera ininterrumpida el recorrido Moncloa–Ciudad Universidad mientras duren los trabajos de modernización que incluyen la renovación de vías, sistemas eléctricos y medidas de seguridad. Para el Gobierno regional, el mensaje es claro: mientras las obras avanzan, los madrileños no quedarán desatendidos en este eje neurálgico.
En el Ayuntamiento, el calendario también se mueve con precisión electoral. Almeida confirmó que la apertura al tráfico del túnel de la A-5 está fijada para noviembre de 2026. El proyecto, que transformará la entrada suroeste de la capital, contempla desviar el tráfico en superficie a un corredor subterráneo que reducirá atascos, disminuirá la contaminación y permitirá crear un gran eje urbano en superficie. Según el equipo municipal, la operación cambiará la vida diaria de miles de conductores y vecinos que sufren una de las carreteras más congestionadas de la ciudad.
La movilidad y la vivienda aparecen como ejes de una estrategia compartida por las dos administraciones populares. En paralelo al túnel, el Ayuntamiento y el Ministerio de Vivienda trabajan en el desbloqueo definitivo de la Operación Campamento, paralizada durante tres décadas. La ministra Isabel Rodríguez adelantó en una entrevista en Onda Cero que los últimos edificios militares se derribarán antes de 2026 y que los primeros pisos estarán listos a finales de 2027.
El proyecto contempla la construcción de 51.600 viviendas en un ámbito de 8,3 millones de metros cuadrados, de los cuales más de 1,6 millones se destinarán a zonas verdes y 295.000 a equipamientos públicos.
La operación incluye, además, 1,2 millones de metros cuadrados para oficinas y 250.000 para comercios. Para las administraciones madrileñas, el avance en Campamento supone no sólo ampliar el parque de vivienda, sino reordenar un distrito estratégico que conecta con la A-5 y el sur de Madrid.
La relevancia de estos anuncios se disolvió esta semana en el clima de crispación que ya es habitual en la política madrileña. En la Asamblea, el debate giró de nuevo en torno a Palestina. En el último pleno, la tensión alcanzó niveles extraordinarios después de que la izquierda azuzara la crispación con la colocación de una bandera palestina en uno de sus escaños.
La presidenta regional no rehuyó el debate ideológico. Eso, sí, después de anunciar nuevas medidas para beneficio de los madrileños y sacar pecho del crecimiento económico de la Comunidad. Antes, en Cibeles llegó la polémica por la iniciativa de Vox de incluir información sobre el llamado “síndrome post aborto” y el apoyo de los populares a la medida. Ante el revuelo, Almeida tuvo que aclarar que no existe consenso científico al respecto y que las mujeres no estarán obligadas a recibir esa información, mientras el Gobierno de Ayuso anunciaba el primer paso para reconocer al concebido no nacido como parte de la unidad familiar. Desde Sol, la medida se presenta como un giro de protección social que reforzará beneficios fiscales y administrativos a las familias.
La oportunidad política se ha trasladado esta semana también a la sanidad. La huelga de médicos convocada contra la ministra de Sanidad, Mónica García, permitió al PP madrileño reivindicar la gestión sanitaria de Ayuso en paralelo al desgaste de la ministra. Jefa de la oposición en la Asamblea hasta hace dos años y protagonista de las movilizaciones contra la Educación y la Sanidad en Madrid, García está en las quinielas para volver a ser la candidata de Más Madrid a la presidencia de la Comunidad en las elecciones de 2027 ante el distanciamiento de su formación con la parte socialista del Gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras la izquierda busca cómo diferenciarse en la trifulca para arañarle votos al PP en Madrid, Comunidad y el Ayuntamiento exhiben avances concretos y datos económicos. Los números de afiliación a la Seguridad Social y del PIB publicados esta semana refuerzan el discurso de que Madrid se ha consolidado como el motor de España. Los 45.900 cotizantes más en septiembre elevan la cifra total de afiliados hasta los 3.779.782, máximo histórico en la región. El 19,8% del PIB estatal se concentra en la Comunidad, que además creció en 2024 un 3,6%, una décima por encima de la media nacional.
Desde 2017 la economía madrileña supera a la catalana como la región con más peso en el PIB nacional y los datos del Banco de España apuntan a que la región mantiene la deuda más baja entre las que no cuentan con régimen fiscal especial. La renta per cápita también se sitúa a la cabeza, consolidando los resultados de una política basada en bajos impuestos, libertad económica y eliminación de trabas burocráticas.
Los avances en gestión anunciados completan la radiografía de una semana en la que las administraciones madrileñas han querido, con poco éxito, marcar hitos de gestión tangibles ante la secuencia electoral. Obras y cifras verificables frente al intento de desgastar al Gobierno regional y municipal con la polarización nacional.
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