Medio Ambiente
Madrid, a un paso de cumplir por segundo año consecutivo con la calidad del aire
Por el momento, la estación de Plaza Elíptica, la más contaminante de la ciudad, marca por debajo del límite de la UE
Aún quedan alrededor de cuarenta días para despedirnos de 2023. Sin embargo, a fecha de hoy, todo hace indicar que la ciudad de Madrid acabará el año con «mejores registros» que 2022 en lo que se refiere a uno de sus problemas crónicos: la calidad del aire. De ser así, no hablaremos de un logro pequeño: ese año pasado, la capital cumplió por primera vez en su historia con los requisitos establecidos por la Unión Europea en este campo. El principal, no traspasar los umbrales de dióxido de nitrógeno (NO2) establecidos en el Valor Límite Anual de la Directiva, cuyo máximo permitido está fijado en 40 microgramos por metro cúbico (Mg/m3). Por aquel entonces, ninguna de las 24 estaciones de la ciudad lo superó.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, dará parte de estos avances en la primera Comisión de Calidad del Aire del nuevo Gobierno municipal, que se celebra hoy y que tiene periodicidad anual. Así, confirmará que, «previsiblemente» se cumplirá por segundo año consecutivo con la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo. Un logro, por otro lado, que en 2022 incumplieron capitales europeas como París, Berlín, Roma, Barcelona o Londres, si bien esta última ya no se rige por la directiva.
Para hacerse una idea de la evolución, desde Cibeles recuerdan que la estación de Plaza Elíptica, la «más conflictiva de la capital» en lo que a niveles de calidad del aire se refiere, registraba a 31 de octubre de 2019, con Madrid Central en vigor, unos valores de 55 µg/m3. El año pasado llegaba hasta los 40 (más concretamente, a los 39,77 μg/m3), mientras que en 2023 acumula un valor de 35, «veinte microgramos por debajo del año de Madrid Central y cinco microgramos por debajo respecto al primer año que la capital no infringió los límites europeos».
Sin Protocolo
Además, los técnicos municipales trasladarán en la Comisión otro dato significativo: por segundo año consecutivo no se ha activado el Protocolo por contaminación y que limita la circulación de vehículos en la capital. Entró en vigor por primera vez en 2015 y se aplicó por última vez el 16 de diciembre de 2021.
De esta forma, Carabante en particular y el Ayuntamiento en general, ponen muy en valor la estrategia Madrid 360, puesta en marcha por José Luis Martínez-Almeida a su llegada en 2019, y que consideran que ha tenido una «relación directa» con estos buenos datos. Algo en contraposición, señalan, con las medidas adoptadas por el anterior Gobierno de Ahora Madrid, que hizo de la lucha contra la contaminación su bandera. Especialmente con la implantación de Madrid Central, el veto a los coches contaminantes en el centro de la ciudad. Una medida que sería transformada por el Consistorio del PP y Cs en el «Distrito Centro» fijado actualmente.
Así, las principales políticas que han promovido la disminución del NO2 –el principal contaminante atmosférico y cuya fuente fundamental es el tráfico rodado– han sido, consideran, el «impulso progresivo del cambio tecnológico que se está produciendo en el parque de vehículos de Madrid». Entre otros motivos, por la implantación de tres zonas de bajas emisiones: la ya mencionada de Distrito Centro, Plaza Elíptica y Madrid ZBE, «que han limitado de forma progresiva desde septiembre de 2021 la circulación en la ciudad a los vehículos de clasificación ambiental A»: los diésel matriculados antes del año 2006 y los gasolina matriculados antes del 2001.
En relación con Plaza Elíptica, la zona de Madrid más susceptible de incumplir con los límites de calidad del aire, su ZBE echó a andar a finales de 2021, con la prohibición de entrar en la misma a los vehículos A. En cuanto a Madrid ZBE, la restricción para estos mismos coches se ampliará en enero de 2024 al exterior de la M-30 para aquellas personas que no están empadronadas en la ciudad, mientras que en 2025 se extenderá a todo el municipio con independencia de si el infractor es residente o no.
Así, el objetivo es que todo el término municipal se convierta progresivamente en zona de bajas emisiones, dando sentido al concepto de «Madrid ZBE». No en vano, apuntan desde el Consistorio, un vehículo con clasificación A emite de media para el municipio 1,6 veces más de gases que un vehículo B; 7,2 veces más que un vehículo C, y 47 veces más que un vehículo con clasificación ambiental ECO.
Flotas y calderas
Con todo, otra de las medidas que el Ayuntamiento considera clave para la obtención de estos resultados ha sido el plan de ayudas Cambia 360, destinado a la renovación de vehículos de autotaxi, particulares y mercancías, así como la adquisición de vehículos de micromovilidad e infraestructuras de recarga eléctrica. Desde 2020, el Ayuntamiento ha concedido cerca de 55 millones en ayudas para renovar los vehículos de autotaxi (10,6 millones), particulares (33,8 millones, «agotándose rápidamente los fondos»), mercancías (cinco millones), micromovilidad (1,3 millones) e infraestructuras de recarga (3,7 millones).
Otras de las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno de la capital fue la prohibición de las calderas de carbón en enero de 2022, habiéndose concedido desde 2020 más de 33,3 millones de euros de las subvenciones Cambia 360 para que los interesados pudieran renovar estas calderas por sistemas más eficientes. Y es que, otro de los objetivos era la reducción de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx),
Por último, en 2022 se descarbonizó por completo la flota de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), eliminando todos sus autobuses diésel y «convirtiéndose en la primera gran ciudad europea con una flota de autobuses 100% limpia».
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