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Sanidad

El Niño Jesús y universidades madrileñas investigan el tratamiento personalizado contra la obesidad infantil

El Hospital Niño Jesús, CEU y URJC colaboran conjuntamente para tratar la obesidad infantil

MADRID.-El Hospital Niño Jesús participa en una investigación pionera que estudia el origen de la obesidad infantil EUROPAPRESS

Un Estudio Longitudinal de Obesidad Infantil (ELOIN), realizado por la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, siguió a una cohorte de niños desde los 4 hasta los 14 años entre 2012 y 2023.Según los datos más recientes, a los 14 años, el 19,2% de los adolescentes presentaban sobrepeso y el 7,9% obesidad general, siendo esta última más prevalente en niños (9,5%) que en niñas (6,2%).Además, la obesidad abdominal afectaba al 9,8% de los adolescentes de 14 años.

En este contexto, el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús está marcando un antes y un después en la lucha contra la obesidad infantil. En colaboración con la Universidad CEU San Pablo y la Universidad Rey Juan Carlos, se ha llevado a cabo un estudio pionero que podría revolucionar el modo en que se diagnostica y trata esta enfermedad, cada vez más frecuente entre los menores.

Este ambicioso proyecto ha logrado identificar tres subtipos metabólicos de obesidad infantil (denominados metabotipos) a través de avanzadas técnicas de metabolómica multiplataforma, una tecnología capaz de analizar miles de moléculas en una simple muestra de sangre. Lo más llamativo: estos perfiles no están relacionados con variantes genéticas conocidas, lo que abre nuevas posibilidades terapéuticas incluso para aquellos niños cuya obesidad no tiene una causa genética clara.

El estudio es fruto de más de una década de colaboración entre el área de Endocrinología Pediátrica del Niño Jesús y el Centro de Metabolómica y Bioanálisis (CEMBIO) de la CEU San Pablo. Según Francisco Javier Rupérez, investigador principal del CEMBIO, “estos hallazgos no solo son científicamente relevantes, sino que también tienen una enorme utilidad clínica y social”. De hecho, gracias a este trabajo conjunto se han generado ya seis publicaciones científicas y cinco proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Instituto de Salud Carlos III. Para el equipo médico del hospital madrileño, el avance permite ir más allá del tratamiento genérico y plantea la posibilidad de personalizar los tratamientos según las características metabólicas de cada paciente. “Con la metabolómica hemos podido distinguir entre niños con resistencia a la insulina y los que no, algo fundamental para aplicar tratamientos más eficaces”, explica uno de los endocrinos del hospital.

La dieta cetogénica

Uno de los aspectos más prometedores del estudio es el análisis del impacto de la dieta cetogénica (rica en grasas y baja en carbohidratos) en niños con obesidad. Esta intervención, supervisada estrictamente por el equipo médico del Niño Jesús, logró reducir significativamente el peso de los menores tras cuatro meses de aplicación, y los efectos positivos se mantuvieron hasta nueve meses después en algunos casos. “No se trata de una dieta autoadministrada, sino de un tratamiento médico controlado al milímetro”, insiste Rupérez. Esta alternativa no farmacológica ofrece esperanza a las familias preocupadas por los posibles efectos secundarios de los tratamientos tradicionales en niños, cuyo metabolismo y desarrollo son aún inmaduros.

Los datos no engañan: la obesidad infantil va en aumento. Aunque los beneficios del estudio aún requieren validación en una muestra más amplia, los investigadores creen que Madrid está en una posición privilegiada para liderar el tratamiento personalizado de esta enfermedad a nivel nacional. “La combinación del conocimiento clínico del Niño Jesús con la tecnología del CEMBIO y el análisis estadístico de la Universidad Rey Juan Carlos sitúan a Madrid como referente en la investigación metabólica aplicada a la infancia”, afirma Rupérez.

Más allá de los laboratorios, el objetivo es claro el de transformar estos hallazgos en herramientas útiles para la práctica médica habitual. Aunque aún no están listas para implantarse en todos los centros de salud, las tecnologías empleadas podrían convertirse en parte de los protocolos clínicos si continúan las investigaciones y la financiación pública. Para ello, según los investigadores, es esencial garantizar la continuidad de los estudios y la implicación de más centros de salud y hospitales de la región. “Madrid podría liderar una estrategia de salud pública basada en ciencia puntera, pero esto solo será posible si se mantiene el apoyo institucional y financiero a largo plazo”, concluyen desde el equipo. Mientras tanto, las familias ya pueden vislumbrar un futuro en el que el tratamiento de la obesidad infantil no solo será más efectivo, sino también más humano y adaptado a cada niño y niña. Porque, como demuestra esta investigación, comprender el origen de la enfermedad es el primer paso para combatirla de forma eficaz.