
Crimen
Nuevo ajuste de cuentas en Madrid: un mafioso letón es asesinado en un Airbnb
La sombra de las mafias del Este vuelve a planear sobre Madrid con la ejecución a tiros de un ciudadano letón en un apartamento turístico del barrio de Rejas, un conocido punto de encuentro para narcos

La aparente tranquilidad de un barrio residencial a las afueras de Madrid, salpicado de urbanizaciones y a un paso del aeropuerto, se ha revelado una vez más como el escenario perfecto para el crimen organizado. La zona de Rejas, en el distrito de San Blas-Canillejas, ofrece una combinación letal para los investigadores: un enclave estratégico por su proximidad a las grandes vías de circunvalación y el anonimato que proporcionan los cientos de pisos turísticos.
De hecho, estas viviendas de alquiler por días se han convertido en la herramienta predilecta de las mafias internacionales. Las utilizan como bases de operaciones temporales, lugares discretos para reuniones o, como todo parece indicar en este caso, el alojamiento fugaz para sicarios que llegan a la capital con una misión muy concreta. Un escondite ideal que permite a los criminales operar bajo el radar de la policía y desaparecer sin dejar apenas rastro tras ejecutar sus planes.
En este contexto, la Policía Nacional investiga ya el asesinato de un hombre de 39 años y nacionalidad letona, cuyo cadáver fue hallado en un apartamento de la calle Campezo. La principal línea de investigación apunta sin ambages a un brutal ajuste de cuentas relacionado con redes de narcotráfico. El Grupo VI de Homicidios centra sus pesquisas en organizaciones criminales procedentes del Báltico y de la antigua órbita soviética, conocidas por sus métodos expeditivos.
La crónica de una ejecución a sangre fría
Por ello, los detalles del crimen hablan por sí solos y refuerzan la hipótesis de un trabajo profesional. La víctima presentaba múltiples disparos a quemarropa en la cabeza, el cuello y el tórax, un modus operandi que no deja lugar a dudas sobre la intención de los asaltantes. La ejecución se perpetró en el interior de una vivienda que el fallecido apenas llevaba veinticuatro horas ocupando, tras haberla alquilado el día anterior a través de una plataforma digital.
Asimismo, los agentes trabajan ahora en la reconstrucción de sus últimas horas para identificar a las personas con las que pudo reunirse. Según las primeras pesquisas, al menos dos individuos irrumpieron en el piso y, tras cometer el asesinato, huyeron a toda prisa en un coche de color rojo del que ya se busca rastro por toda la ciudad. El análisis del teléfono móvil de la víctima será clave para desentrañar sus vínculos y actividades en Madrid, un puzzle fundamental para dar con los autores de un crimen que ha sacudido la calma del barrio.
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