Vinos de barra: amable paisaje de Cuenca

Hablar de vino y de paisaje es símbolo de fortuna.

Mikaela es un tinto de una uva que rinde respeto a un terruño viejo, de canto rodado a la vera del Júcar. Los viajeros del vino saben que los suelos y la altitud privilegiada como en este caso son la pócima milagrosa para que podamos surcar las edades y lanzar un mensaje no correspondido de amor. La variedad es el resultado de la historia y a veces de la aclimatación.

Bodegas Micaela Rubio (La Alberca de Záncara. Cuenca). Nombre Mikaela 2019. D.O. V. T Castilla. Precio: 29 euros.

En este vino hay una bobal diferente, pues es contenida y su expresión es fresca.

La versión 2019 de este tinto fue muy canónica y esa armonía de las estaciones se recoge en un vino amable, con matices que se manifiestan aireada la copa con un pulso de alegría y gustosidad.

Los Rolling Stone cantaron muchas de las miserias morales de la sociedad pequeña burguesa.

Este vino destierra convenciones y sólo aspira a que la bonita factura de ese viñedo esté encerrado cual mago de la lámpara para ser destapado. La necesidad de interpretar una cata de un vino amplio, pero condenado a la heterodoxia, es un reto de inteligencia. Los rumores de la España interior están vivos en este ejemplar.