Tesoros en los Museos
Planetario: más allá del conocimiento
Desde hace 37 años, trabajan por estimular la curiosidad de sus 100.000 visitantes anuales
En el esfuerzo y el trabajo diario reside el éxito. Esta es la máxima premisa que Planetario de Madrid ha seguido para convertirse en un centro de referencia en su sector. Desde su inauguración, en 1986, se ha dedicado a la divulgación científica. O como prefieren definirlo, a «la estimulación de la curiosidad de los visitantes por lo relacionado con el cosmos y en general, por el conocimiento y la búsqueda de las razones de por qué el ser humano está aquí». Sin embargo, son muchos los focos de actividad que tiene este espacio. Por un lado, y el más potente, es sin duda la proyección de películas fulldome –formato inmersivo total–, muchas de ellas producidas por ellos mismos. La última que proyectó su inconfundible cúpula fue «Agujeros negros. El límite de lo desconocido» entre otras, de carácter más infantil.
Es gracias a su amplia programación, que su alcance sea incontrolable. «Tenemos la suerte de trabajar con algo que resulta interesante a todo el mundo: ¿Cómo no le puede despertar curiosidad a alguien saber dónde vive?», reflexiona Telmo Fernández, director de Planetario de Madrid. «Que vivimos en un planeta que forma parte de un sistema solar, que el sol es una estrella de cien mil millones de estrellas de una única galaxia… y todo ello, ponerlo en un contexto». Entre la posibilidad de saber un poco de todo o vivir en la ignorancia, Fernández opta por lo segundo. Y los 100.000 visitantes anuales que acoge Planetario, lo corroboran también. «Esto es sólo el reflejo del interés que hay por el conocimiento y de que debemos seguir por el mismo camino», apunta.
Por sus pasillos, corretean y se sorprenden quinientos niños a diario. Algunos de centros de la región y muchos otros de distintos rincones del mapa. Para ellos, cuentan con una programación especial infantil que arrancará en navidad y diferentes talleres durante todo el año. «En verano contamos con “Un día Planetario”, una jornada muy festiva y entretenida que organizamos todos los años». Así como sus ya famosas observaciones con telescopios. La última, celebrada el pasado mes de julio y que contó con la participación de un centenar de personas. Una gran acogida que también tienen sus ciclos de conferencias, para las que cuentan con científicos relevantes que aportan lo último en ciencia, astronomía o astrofísica. El año pasado, una de ellas fue impartida por Kathryn Lueders, primera mujer y directora de vuelos espaciales tripulados de la NASA. «Además de todo lo que nos contó, lo más interesante fue el público que asistió: desde la embajadora de Estados Unidos con sus hijos, expertos científicos y muchos jóvenes. Y que estos últimos fueron los que más preguntas hicieron», sostiene. Este año contarán con la directora de ciencia de la Agencia Espacial Europea, Carole Mundell, para otra de ellas.
En estos momentos, se encuentran trabajando junto a Airbus, su socio principal, en «Pioneros del espacio», una exposición que tratará sobre la historia de cómo el hombre ha explorado su entorno más próximo y cómo ha ido ampliando las fronteras de ese espacio. En diciembre, contarán con una nueva edición de «Conciertos bajo las estrellas», con «Los Planetas» de Gustav Holst en clave de jazz. Mañana, 5 de octubre, presentarán «El corazón de las auroras», un documental protagonizado por un grupo de científicos que fotografían las auroras boreales desde dentro gracias al uso de globos aerostáticos y para el que se han apuntado más de 500 personas. «Esto es sólo el reflejo de la acogida que tienen las actividades que hacemos y que no sólo habla de nuestra acción; sino del verdadero interés de la gente por saber y querer conocer», sentencia. El objetivo que les ha movido desde siempre.
Dioce millones de visualizaciones
Algo que también ha sido posible gracias a su fuerte presencia en redes sociales, donde su canal de Youtube supera los doce millones de visualizaciones. En ellas han encontrado el apoyo necesario para llegar a todas aquellas personas que se quedan fuera –por aforo– o que tienen interés por ir más allá en su conocimiento. «Es nuestra obligación. Entendemos este espacio como un centro de acogida, no podemos olvidar que es un servicio público, por eso nos gusta que la gente esté contenta y no poner obstáculos a la gente que tiene inquietud», añade Fernández.
Aunque pertenece al Ayuntamiento, Planetario de Madrid se caracteriza por no haberse convertido en un centro municipal al uso. El personal que trabaja o ha trabajado a lo largo de los años se lo ha tomado como un reto personal y en crear una marca dentro de la ciudad e incluso de la nación. Desde hace cinco, Fernández está al frente de este centro pero lleva ya tres décadas trabajando en él. Algo que jamás imaginó pues, según confiesa, cuando tomó la decisión de trabajar allí no conocía ni lo que era un Planetario. «Estaba trabajando en Estados Unidos con temas de investigación y me pregunté a mí mismo si me veía el resto de mi vida investigando sobre algo que sólo le interesaba a cien personas en el mundo, en el mejor de los casos», confiesa.
Tras su decisión, dice sentirse afortunado. Por tener la oportunidad de trabajar en un sitio tan vivo y en el que «siempre pasa algo». Sin embargo, reconoce que nunca podrá considerar trabajo a aquello por lo que sigue teniendo interés. «Es más sencillo de lo que parece, la materia prima que tenemos es apasionante, en nuestra mano está ensalzarlo o empobrecerlo y lo segundo, resulta imposible»
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