Gastronomía
Ni Sevilla ni Córdoba: la taberna que más caracoles vende está en Madrid
Lleva más de 80 años sirviendo caracoles y su tabernero es el más longevo de Madrid
Los caracoles son un plato muy típico de Andalucía, sobre todo en Sevilla cuando llega la primavera. Aunque por el sur se consume en grandes cantidades, lo cierto es que se trata de un plato tradicional en toda España. Su versatilidad a la hora de cocinarlos dejan varias recetas, como los caracoles al vino tinto o en caldo de jamón ibérico con pimentón. Sin embargo, hay un sitio en España que vende toneladas de caracoles y no está en Andalucía.
Madrid es conocido por su tradicional cocido madrileño, los callos, las patatas bravas o el famoso bocadillo de calamares. Aún así es muy fácil encontrar restaurantes o tabernas que te ofrezcan otro tipo de menú, como comida asiática, mexicana o italiana, aunque lo tradicional siempre resiste. Ubicada en pleno Rastro, una taberna madrileña ha cautivado a todo el mundo con su famosa receta de caracoles, convirtiéndola en el lugar que más vende en España.
Más de una tonelada de caracoles al mes
En la plaza de Cascorro, en pleno Rastro, se encuentra el lugar donde se rompe el amor u odio de los caracoles: "O te gustan o te gustan", advierte su dueño. Se trata de Casa Amadeo, una taberna que desde tiempos de la posguerra lleva sirviendo caracoles en Madrid.
Los caracoles se han convertido en la imagen de Casa Amadeo por el que han llegado a pasar famosos como Lorena Castells. Un manjar que elaboran a partir de caracoles frescos provenientes de granjas ecológicas. La receta original es de la madre de Amadeo, aunque con el tiempo la han ido añadiendo diferentes toques. Ahora con especias y chorizo, se sirven en una tradicional cazuela de barro, imposible resistirse al caldo. "La esencia de la cocina, al igual que en la vida y el amor, está en la salsa", afirma Amadeo.
Según la información recogida por El Mundo, esta taberna vende una tonelada de caracoles al mes, entre domingos y días normales. Para hacerte una idea, un domingo de Rastro puede servir entre 40 y 50 kilos, mientras que un día normal de la semana servirán hasta 20 kilos de producto.
Cuánto cuesta una ración
Aunque su popularidad es cada vez mayor, los precios se han mantenido a precios de bolsillo. Si pides una ración de caracoles en Casa Amadeo, a la mesa te llega una cazuela de barro rebosando caracoles en salsa espesa con base de chorizo de Cantimpalos, codillo, manitas de cerdo y un gustillo a picante. Su cocción es de cinco horas y su sabor los hace únicos.
- Ración entera: 13,50 euros
- Media ración: 8,50 euros
Amadeo Lázaro y su viaje a Madrid
Amadeo Lázaro, actual dueño y tabernero, empezó su rumbo a Madrid con solo 10 años y acompañado de su hermana. Al llegar, comenzó su aprendizaje en la taberna de la casa, ubicada en la calle Toledo. Allí se ofrecían platos tradicionales como potaje, merluza fresca, pollo en pepitoria, huevos fritos, carne y vino.
Con 13 años se mudó a la plaza de Cascorro, 15 para mejorar su formación. María y Manolo lo acogieron como aprendiz, ofreciéndole un salario de 50 pesetas al mes, cama y comida. Cuando el dueño falleció, Amadeo tenía 15 años y junto a su hermana se hicieron cargo del local.
Desde entonces hasta el día de hoy, sigue al frente de la taberna. Ahora, con 96 años se ha convertido en el tabernero de Madrid más longevo de la ciudad con ochenta años de experiencia tras la barra. "Soy un tabernero de museo, de esos que ya no quedan", le gusta definirse.
Origen y tradicional receta de los caracoles
Para saber el origen hay que remontarse al Paleolítico. En esta época, los caracoles era una comida rápida y llena de proteínas fácil de obtener, en comparación con la caza de animales grandes. En la historia, se han encontrado varios restos fosilizados de conchas de caracol en los Alpes Marítimos de Francia y el Abric de Benidorm.
En la civilización romana, los caracoles se pusieron de moda, tanto que nacieron los primeros criaderos de caracoles. Durante la Cuaresma, los caracoles ganaron popularidad como una alternativa barata a la carne. Aunque aún no está claro cuál fue la primera receta de caracoles, algunas hacen referencia a aquellos que se hacen fritos o asados con diferentes salsas.