Gastronomía

Terraceo foodie para celebrar (por fin) el verano

El Lince de Javi Estévez, señor de la casquería, acaba de estrenar carta

Terraceo foodie para celebrar (por fin) el verano
Terraceo foodie para celebrar (por fin) el veranoGASTRO

Nos ha llovido, nos ha granizado, nos han estremecido no pocas tormentas y hemos tenido que sacar del fondo del armario las gabardinas y los paraguas que pensábamos olvidar hasta, por lo menos, octubre. Pero por fin tenemos el verano a la vuelta de la esquina. Hará su irrupción el próximo 21 de junio, en concreto a las 16:58 horas de la tarde. Y salvo algún chubasquito inoportuno, los rigores estivales están asegurados. Y con ellos, también, siempre por delante, los placeres que trae consigo, como sin duda son las terrazas. Hoy traemos las terrazas gastro imprescindibles del momento, espacios para gozar de la buena gastronomía a la par que dejamos que la tibieza del sol, o el fresquito de la noche (que aún se está bien a deshora) nos embriaguen.

En La Castellana, al abrigo que proporcionan las acacias y otros altos árboles que le dan sombra a este paseo, nos encontramos la terraza de Robuchon Madrid, una de las grandes aperturas del año.L’Ambassade, la fórmula más desenfadada de este multiespacio gastronómico, sale a la calle en un rincón callejero cómodo y elegante, denominado La Terrase, en el que se puede explorar su carta desde la mañana, con ricos desayunos, hasta la hora del almuerzo o la cena a base de tapas refinadas, raciones de alma hispana y algún toque galo y una carta general muy apetitosa.

Otro sitio donde se nos verá a los amantes del buen comer en esta temporada es, cómo no, el Club Financiero Génova, que lo peta gracias al bueno ojo de Nino Redruello y Azotea Grupo. En la preciosa azotea en altura del edificio se ofrece una versión reducida, con picoteo, de la carta principal. Hay ricas sugerencias, como la tortilla velazqueña (clásico de Las Tortillas de Gabino), croquetas, piparras fritas, tartar de dorada salvaje y una golosa selección de helados. Además, se complementa con una interesante oferta de coctelería de la mano de Luca Anastasio. ¿Más imprescindibles para comer muy bien? Los ansias y gumias de la buena mesa ya han reservado en Mar Mía, el nuevo chiringuito urbano (así se definen), localazo donde se unen los talentos de Rafa Zafra (Estimar), Luis Rodríguez (Casa Elías) y Carlos Bosch (El Portal, Bar Manero) en el precioso y mediterráneo Ocean Drive Madrid. Ya está operativa su terraza, donde es posible disfrutar de platos con caviar, salazones, marinados y conservas, brasas, arroces de Elías Xirnolet… promete grandes dosis de placer.

Un lugar donde se come de vicio y cuenta con terracita es El Lince. El local más fresco de Javi Estévez, señor de la casquería patria, acaba de estrenar una carta de verano con bocados ligeros y deliciosos pensados para la canícula, como el salpicón de morro de cerdo con langostinos, picada de pimientos y huevas de trucha y su vinagreta; los riñoncitos de conejo al jerez sobre una base de pasta o el guiso tradicional de rabo de toro deshuesado y servido sobre hummus con garbanzo crujiente y ensalada de manzana verde e hinojo. También se disfruta de lo lindo en El Rincón de Vespok, el primer restaurante del grupo homónimo, uno de los que más crece en la capital. Está en el entorno de Puerta del Hierro, en una antigua ermita rehabilitada con un precioso jardincito en torno al cual se encuentra esta terraza sumamente agradable y en la que se puede pasar uno el día entero (y la noche) con sus diferentes cartas, todas ellas con mucho sabor español.

¿Les apetece mestizaje de sabores pero sin perder el norte? Entonces prueben Taramara. El espacio más burgués de los hermanos Hernández (los mismos de Latasia y Moemia). Viajeros impenitentes, en su restaurante de Campo de las Naciones se adaptan al gusto del barrio con una carta muy amplia, con ramalazos mestizos y viajeros contenidos, al gusto del barrio y de los no pocos visitantes congresistas que, seguro, acuden a visitarlos desde IFEMA. Su terraza exterior tiene capacidad para unos 60 comensales y es bastante tranquila, gracias a la ubicación de la avenida de los Arces, bastante resguardada del tráfico de otras vías cercanas. Y para culminar el plan gastro y más refinado, hay que pasarse por el sempiternamente hermoso Jardín del Ritz, que este año se ha convertido en la Maison d’été de Moët & Chandon. Para la ocasión, Quique Dacosta, el responsable de la oferta gastronómica de este hotel, ha ideado una carta con platos refinados, entre los que destaca una selección de recetas del peruano Gastón Acurio, bocados vegetales, deliciosos arroces, carnes y pescados e incluso recetas especialmente pensadas para los que se cuidan sin renunciar al sabor.