El Madrid de
Vicente Vallés: «Quien piense que los periodistas no opinan es mentira»
Del carácter vallecano a la moderación de debates. Un viaje periodístico entre fútbol, radio y actualidad política
Nació en Chamberí, pero se considera de Vallecas, donde vivían sus padres. «Mi barrio es Vallecas, viví en Puente y en el pueblo; hasta que a los siete años nos mudamos a San José de Valderas en Alcorcón, por el trabajo de mi padre». De Vallecas se lleva el carácter de ese lugar que, en sus palabras «es un barrio muy suyo, muy diferente a otros de Madrid». De hecho, en aquella época, allí se vivía lo que Vallés llama «la inmigración interior». Sus abuelos como muchos otros, inmigrantes de otros sitios de España, se encontraron. «Vallecas era el pueblo de todos los españoles, allí había gente de todos los lugares de España; desde Andalucía, Extremadura o Murcia». Por otro lado, recuerda un San José de Valderas prácticamente sin construir: «Recuerdo los autobuses que iban a Madrid, como atravesaban campo que cada vez que llovía se llenaba de charcos, que llegar a la carretera se convertía en toda una aventura. Luego ha tenido un crecimiento tremendo que ha acogido a mucha gente del centro de la ciudad».
Entre radio y campos de fútbol
Lo que siempre ha despertado interés en Vallés es la pasión por las noticias, desde muy pequeño leía con su padre el periódico y ha crecido entre las circunstancias de una familia muy consumidora de informativos. Temporalmente empezó haciendo Deportes, se le conoce como un fiel «colchonero» y modestamente admite que «sabe bastante de fútbol». Y con la perspectiva del tiempo, fue un acierto trabajar en una sección de la que confiesa «haber aprendido muchísimo más que si hubiera ido directamente a la información política. Eso me abrió muchas puertas, lo pasé muy bien y presencié grandes acontecimientos como unos Juegos Olímpicos o partidos de Liga; y cubrí con frecuencia al Atleti, que me hizo mucha ilusión», dice entre risas.
Sin embargo, cuando estudiaba Periodismo, su sueño era la radio. También descubrió el mundo de la prensa escrita. Por suerte, ha pisado todos los campos de la profesión y eso le ha permitido confirmar que su lugar es la televisión. «Fue un mundo que me apasionó y descubrí que, además, podía prosperar desde dentro». Y a partir de entonces, Vallés se ha convertido en el moderador de los debates electorales y en la figura que entra a todas las casas para dar los informativos nocturnos de Antena 3. Cinco debates en total, aunque reconoce que «el primero fue el único que me lo pasé bien y que realmente quise hacer. Me pareció suficiente. Los otros cuatro no conseguí quitármelos de encima. Y los debates no son obra de los moderadores sino de los protagonistas, que son los políticos. No hay que darles tanta importancia a estos debates más allá de la que tienen; lo realmente relevante es la gestión de los asuntos públicos».
Y como otras cosas, tampoco se había planteado haber escrito un libro nunca antes. No obstante, ya cuenta con el análisis de las elecciones americanas, dos ensayos de la injerencia rusa en elecciones americanas y, finalmente «Operación Kazán». «Cuando empiezas te lías, te vuelves a liar, y no paras. Y, además, escribir un libro es algo que todo periodista acaba haciendo en algún momento de su vida». En su caso, cuenta con un tiempo limitado y está permanentemente borrando y reescribiendo porque «siempre encuentras algo que crees que puede estar mejor de lo que has escrito».
Vallés se muestra optimista con el trabajo del periodismo en España, el de toda la vida, de estar en los sitios, enterarse de las cosas y narrarlas. «Un trabajo insustituible que además se valoriza mucho más si en frente hay un mundo de fake news en redes sociales», explica. «Quizá haya una gran masa que no valore el gran reportaje, pero existe un público que busca la profundidad, las fuentes, la calidad y la buena escritura. En televisión pasa lo mismo, se valora una cadena que aporta y pone las noticias en la perspectiva correcta, contando el qué, por qué y sus consecuencias. A quien no le interese está en su derecho en buscar alternativas».
En los últimos años, Vicente Vallés se ha convertido en un referente por las reflexiones que emite durante su espacio en los informativos. A lo que responde como «un trabajo estrictamente periodístico, basado en el análisis de las noticias, contando todo lo que envuelve los datos y colocándolos en su perspectiva». Dejando clara una observación: «Quien piense que los periodistas no opinan es mentira. Los periodistas opinamos desde el momento que de 1.000 noticias decidimos contar 30. Tras esa elección de lo que decimos y lo que no, estamos posicionándonos, pues seleccionamos. Y luego, por supuesto, le damos un tratamiento. Los consumidores viven en libertad y democracia para decantarse entre infinitos medios informativos».
Vallés se refiere a Madrid como «el pueblo de todos». Y añade: «Siempre ha sido así y ahora más todavía. Es el pueblo de España. Muchas veces dicen, y no es fácil, que cualquiera viene a Madrid sin que importe la procedencia. De hecho, no es llamativo y es lo bonito, que a nadie le importa. Además, se ha convertido en el gran lugar de destino».
►Vicente Vallés visita poco el centro de la ciudad, puesto que su trabajo está en San Sebastián de los Reyes. «La última vez que estuve por la Gran Vía fue a pie y me sentí como un turista. Qué cosa tan bonita y qué belleza. Me encontré con una calzada maravillosa, con edificios perfectamente cuidades y escaparates preciosos. Lo disfruté mucho». Le encantan las historias de la Villa, del Madrid antiguo. Y recomienda La Casa del Abuelo pues le encantan las tascas de toda la vida.
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