Coronavirus y la vuelta al plástico de un solo uso

La sensación de seguridad de los envases de usar y tirar y un mayor tiempo en casa han disparado el consumo en los hogares. Las grandes superficies también han optado por los envases desechables y desaconsejan la compra con táper. El argumento de la higiene está detrás de estos cambios y de la petición de la industria transformadora a Europa para que se relajen las leyes

ElEl consumo de plástico en los hogares ha aumentado durante el confinamiento. Es la conclusión a la que llegan desde Ecoembes en base a «la información que recibimos de las plantas de selección del contenedor amarillo. Ha habido un incremento del 15% en lo que se deposita en ese cubo. Esto se debe a que estamos más tiempo en casa, pero también demuestra que se mantiene el hábito de reciclar», dice Nieves Rey, portavoz de la entidad. Juan Antonio Labat, director general de la Federación Empresarial de la Industria Química Española, confirma este aumento de interés: «Las petición de envases y embalajes ha aumentado desde el confinamiento. Pero esta es una parte menor de la fabricación, porque gran parte de la demanda se concentra en el sector industrial o el de la automoción. Y ese está disminuyendo de tal forma que las cifras no se compensan».

Esa disminución de la actividad económica es más evidente si se abre el foco en lo que a basuras municipales se refiere. Aquí ya se engloban además de la recogida doméstica, los residuos del pequeño comercio y la restauración. En Madrid y según datos de Europa Press entre mediados de marzo y finales de mes se registró un descenso del 19%. «De una generación media diaria de 2.469 toneladas de basura de cubo naranja se ha bajado hasta las 1.963 toneladas. La fracción envases ha descendido 289 toneladas a 269, y el vidrio, de 130,6 toneladas a 85,72». En el área metropolitana de Barcelona también se ha contabilizado un descenso en la generación de residuos de hasta un 24%: «En cuatro semanas, la generación de residuos de envases ligeros ha disminuido más de un 7%». Sin embargo, «los datos también indican un aumento de los envases de refrescos, latas, botellas, porque los bares están cerrados, y en ellos se consume habitualmente en envases retornables», detalla Rosa García, directora general de la Fundación para la Prevención de Residuos y Consumo Responsable Rezero.

Rezero es una de las entidades que alerta de este resurgir del plástico. «Nos llega información de las trabas que se ponen en las grandes superficies a que los clientes lleven su propio envase. La ansiedad y el miedo pueden hacernos llevar por una falsa sensación de higiene. Una imagen que los fabricantes de plástico están explotando». Aurelio del Pino, presidente de ACES (Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados) explica la posición de las grandes superficies: «Se ha detectado un aumento de la compra de productos frescos envasados. Por otro lado, las cadenas que permitían la posibilidad de que el cliente utilizara sus propios envases, en estos momentos desaconsejan esta práctica. El consumidor ha tomado conciencia de la relevancia de la seguridad e higiene de los productos y de las instalaciones y también del valor y la importancia que el papel de los envases juega en alimentación, bebidas, higiene y salud así como en otros bienes de primera necesidad».

«Mientras desciende la producción de basura, la fracción plástica aumenta un 8%. También hay que recordar que ahora mismo, las plantas de tratamiento de basura del cubo gris sólo cuentan con separación automática. Por

temas de seguridad no se está realizando la separación manual de impropios, por lo que lo que tiremos al contenedor de tapa naranja termina íntegramente en el vertedero», opina Julio Barea, portavoz de Greenpeace, otra de las organizaciones que alerta de la situación.

Para la entidad, el coronavirus lo único que está consiguiendo es reconfirmar los problemas de la basura en España: «Hay que reinventar el sistema para mejorar las tasas de reciclaje; que las grandes superficies permitan llevar tuper. También habría que apostar por la recogida puerta a puerta o porque se pague en función de la basura que se genera», dice Barea. Aquí hay que recordar que en España, y según datos de Eurostat, más del 50% de la basura no se recicla. Otro dato a tener en cuenta viene de la Agencia Internacional de la Energía. Y es que los productos petroquímicos (entre ellos el plástico de envases) representará para 2050 un 50% de la demanda total de petróleo.

Mucho se dice sobre cuánto tiempo se queda el virus en las diferentes superficies. El New England Journal of Medicine ha publicado un estudio en el que se afirma que el virus SARS-CoV-2 puede sobrevivir en el acero o el plástico hasta tres días, aunque la vida media estimada en el plástico es de 6,8 horas.

El hecho de usar estos envases y tirarlos al llegar a casa (se recomienda lavarlos cuando se vuelva de la compra) puede dar más sensación de seguridad. Sin embargo, desde Rezero argumentan que «manteniendo los estándares de desinfección, no hay motivo para fomentar el uso de objetos desechables ante los reutilizables, excepto en condiciones hospitalarias. Estos envases pasan por toda la cadena alimentaria de fabricación, transporte, almacenamiento de inventarios... y tienen más probabilidad de albergar patógenos».

PRESIONES EN LA UE

El vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans, lleva días reafirmando el compromiso de la Unión con conseguir la neutralidad de carbono para 2050. «Es el único camino posible tras la pandemia», ha llegado a decir. Sin embargo, él mismo ha reconocido haber tropezado en este tiempo con varias peticiones tanto de parlamentarios como de lobbies industriales para que se relajen ciertos estándares medioambientales en aras de garantizar la recuperación económica. Entre ellos, la asociación europea que agrupa a los transformadores de plástico.

La European Plastics Converters ha hecho llegar una carta a la Comisión resaltando los beneficios de los productos plásticos, en especial aquellos de un solo uso. Piden que se retrase la fecha límite de la implementación de la Directiva de plásticos al menos un año y que se estudie la posibilidad de levantar las prohibiciones de algunos artículos de usar y tirar. «Estamos y estaremos en un mundo donde la higiene y la salud del consumidor serán la prioridad, por lo que es hora de reflexionar sobre las estrategias relacionadas con el uso de plásticos», se lee en el documento.