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Aliens en la Tierra: así son las 37.000 especies que amenazan al ser humano
Las invasión biológica de las especies exóticas es clave en el 60% de las extinciones, atenta contra la salud y agujerea la economía
Hay más de 37.000 presentes entre nosotros. Se cuadruplican cada 10 años desde 1970. El papel que juegan ha sido clave en el 60% de las extinciones mundiales y le están costando al planeta más de 392.000 millones de euros anuales. Las especies exóticas son como alienígenas dentro de la propia Tierra y se han convertido en una amenaza para la naturaleza, pero también para la economía, la seguridad alimentaria y la salud humana.
Así lo ha advertido la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes), formada por 143 países. Lo han hecho a través de un informe elaborado por 86 científicos a lo largo de 4 años y medio de trabajo. Basado en más de 13.000 referencias científicas, incluidas contribuciones de pueblos indígenas, este documento se ha convertido en la evaluación más exhaustiva jamás realizada sobre especies exóticas invasoras en todo el mundo.
En la investigación también advierte de que la grave invasión mundial que suponen ha sido «infravalorada, subestimada y a menudo ignorada» por los gobiernos. Aprobado el sábado en Bonn (Alemania) por representantes de los Estados miembros de Ipbes, que encargaron a este organismo que proporcionara las mejores pruebas disponibles y opciones políticas para hacer frente al reto de esta invasión biológica.
«Las especies exóticas invasoras constituyen una gran amenaza y pueden causar daños irreversibles a la naturaleza, incluida la extinción de especies a escala local y mundial, además de amenazar el bienestar humano», declara la profesora Helen Roy (Reino Unido), copresidenta de la evaluación, a modo de conclusión.
Huelga destacar que no todas las especies exóticas son invasoras, pero se convierten en ellas cuando se extienden por un territorio que no las corresponde. Ya hay más de 3.500 registradas. Es como una invasión alien hostil procedente de nuestro propio planeta. Para que nos hagamos una idea de su magnitud, alrededor del 6% de las plantas exóticas, el 22% de los invertebrados exóticos, el 14% de los vertebrados exóticos y el 11% de los microbios exóticos son invasoras.
A España ha llegado el hongo mata-anfibios, la mimosa, la tortuga de Florida, la cotorra argentina, el mapache, el visón americano, el siluro, la avispa asiática o el mosquito tigre. Y así hasta 201 especies que aparecen en el catálogo del Ministerio de Transición Ecológica, que no para de crecer.
El quinto jinete apocalíptico
Pero ¿de dónde salen? Históricamente muchas especies foráneas se han introducido a propósito los beneficios que hemos percibido los humanos. Desde la acuicultura a la venta de animales exóticos, «la humanidad lleva siglos desplazando especies por todo el mundo», explica Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. El problema es que, cuando las especies importadas proliferan y desequilibran los ecosistemas locales.
«Como resultado, las especies invasoras se han convertido en uno de los cinco jinetes del apocalipsis de la biodiversidad que se abate cada vez con más fuerza sobre el mundo», afirma Andersen, junto al cambio en el uso del suelo y del mar, la sobreexplotación, el cambio climático y la contaminación.De hecho, son el único impulsor del 16% de las extinciones mundiales. Al menos 218 especies exóticas invasoras «han sido suficientes para acabar con 1.200 autóctonas», afirma el catedrático chileno y coautor del informe, Aníbal Pauchard. Por ejemplo, los gatos salvajes de Australia, que llegaron en navíos ingleses en el siglo XVII, han contribuido a exterminar unas 75 especies.
«El 85% de los efectos de las invasiones biológicas sobre las especies autóctonas son negativos», afirma Pauchard. Y así, los castores norteamericanos, que se introdujeron el siglo pasado con la intención de generar una industria peletera, han terminado convirtiéndose en una de las mayores amenazas para los bosques nativos de la Patagonia. Además, las invasoras pueden hacer enfermar a las personas. El ejemplo más próximo lo tenemos en el mosquito del dengue, un ejemplar exótico que también transmite fiebre amarilla o Zika y que ha entrado en España por primera vez este verano.
Casi el 80% de los impactos documentados de las especies exóticas invasoras sobre la contribución de la naturaleza a las personas son también negativos. Especialmente, a través del daño a los suministros de alimentos. En España es bien conocido el daño causado por el mejillón cebra en la cuenca del Ebro, donde además de alterar el hábitat de los peces y dificultar la pesca, se introduce en las tuberías y obras hidráulicas, restringiendo el acceso al agua.
No parece que la amenaza de las invasoras vaya a solucionarse en los próximos años. Es probable que la aceleración de la economía mundial y los cambios demográficos, provoquen un aumento. El cambio climático también empeorará la situación, apunta el informe. Sin embargo, el 45% de los países no invierte en la gestión de invasiones biológicas. Los expertos de Ipbes señalan que, en general, las medidas adoptadas para afrontar estos retos son insuficientes.
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