¿Se puede generar electricidad de la naturaleza y el suelo?

Pablo Vidarte (Sevilla, 1996) tuvo un sueño hace años: en él, caminaba por un valle a los pies de una ciudad en la que los cables iban por debajo de los cultivos y la naturaleza producía energía.

Hoy ese sueño es realidad gracias a BIOO, la startup biotecnológica que fusiona naturaleza y biotecnología para generar energía limpia.

El secreto está bajo tierra

El principal valor que aportan las soluciones innovadoras de BIOO es que utilizan la tecnología aplicada a la naturaleza para implementarla en todo tipo de entornos, tanto urbanos como agrícolas. Su intención con ello es que las ciudades se vean verdes y que la naturaleza no sea simplemente un elemento decorativo, sino un instrumento más, gracias a la arquitectura biotecnológica.

De hecho, entre los proyectos entre los que BIOO se encuentra ahora inmersa, se encuentran las baterías biológicas. Se trata de unas losas que se colocan bajo el suelo y que, gracias a la tierra, generan energía de una forma nada intrusiva, todos los días del año.

El método para ello es el siguiente: estas baterías almacenan las corrientes eléctricas producidas por la descomposición de la materia orgánica que las raíces de las plantas desprenden hacia la tierra con el empleo de microorganismos.

Este modelo de batería está diseñado para durar al menos 10 años con el correspondiente mantenimiento, que consiste apenas en un recambio del sustrato interno y de los electrodos.

En lo que a su uso se refiere, serán capaces de activar puntos de luz en parques y jardines de una forma 100% sostenible. Según los cálculos de la empresa, con 50 metros cuadrados de losas se puede iluminar una farola.

Plantas que encienden la luz y mucho más

Otro de los proyectos más interesantes de BIOO es el de integrar la naturaleza de una forma domótica en nuestros hogares y establecimientos. En este sentido, han diseñado macetas de cerámica translúcida, cuyo interruptor es una planta viva.

Además, y en colaboración con Bayer CropScience, BIOO está desarrollando aplicaciones agrícolas como la sustitución de las pilas de los sensores que se usan en el sector e, incluso, se encuentran inmersos en el diseño de una batería biológica que permita funcionar a los sensores que analizan la humedad y la temperatura del terreno y que activan, así, las válvulas de riego solo cuando es necesario.