Verde

De rodar por el asfalto a limpiar el aire

Que los árboles, los parques y los jardines, sean tradicionales o los más modernos verticales, además de prestar otros servicios gratuitos, tienen la gran virtud de contribuir a limpiar el aire de las ciudades, ya es cosa sabida.

¡Instalación de jardín vertical realizado con neumáticos fuera de uso junto a la sede de Ilunion en Madrid
¡Instalación de jardín vertical realizado con neumáticos fuera de uso junto a la sede de Ilunion en Madrid Ilunion

Ahora bien, ¿puede un jardín vertical hecho con neumáticos fuera de uso hacer esa misma función? La respuesta es sí. ¿Cómo es eso posible? La respuesta está en la tecnología.

Justo la que lleva incorporada el jardín vertical instalado por Ilunion en el entorno de su sede corporativa situada junto a la M-30, en Madrid. Una instalación que, además de embellecer el lugar, elimina sustancias contaminantes. Se trata de Green Gardens, una solución creada y patentada por Murarte –empresa especializada en el diseño y desarrollo de soluciones urbanas sostenibles y a gran escala-, cuya acción purificadora del aire se asemeja a la fotosíntesis de un bosque y está basada en la unión de economía circular y nanotecnología fotocatalítica.

El jardín, que tiene una superficie de 47 metros cuadrados y para el que se han utilizado más de tres toneladas de neumáticos fuera de uso gestionados por Signus, es capaz de absorber contaminantes como el dióxido de nitrógeno, principal responsable de la mala calidad del aire en las ciudades y el que afecta más negativa y directamente a la salud de las personas. La acción purificadora de esta instalación concreta es equivalente a la fotosíntesis de un bosque de 47 árboles adultos, según declaró Diego Delgado, CEO de Murarte Global, en la presentación del jardín de Ilunion, primera empresa privada de Europa en incorporar esta tecnología es su compromiso con el impacto ambiental y social positivo.

Green Gardens por dentro y por fuera

La materia prima principal de Green Gardens son neumáticos fuera de uso. Cada metro cuadrado de estos jardines verticales reutiliza 10 neumáticos. Por ejemplo y en general, para una superficie de, 1.000 m2 se reciclarían 70 toneladas de neumáticos fuera de uso. Con lo que se puede apreciar a simple vista que es una opción muy a tener en cuenta como una aplicación interesante de este residuo.

Con la ventaja añadida de que se utilizan prácticamente tal cual, ya que sólo se emplea la rodadura, la parte que está en contacto con el suelo. Bea González, directora ejecutiva de Murarte, explica el proceso: «Una vez retirados los demás componentes del neumático, los textiles y los metálicos, nos quedamos exclusivamente con la goma, que es caucho cien por cien. No hay que triturarlos, ni granularlos. Ese caucho se lava para eliminar todos los residuos que pueda llevar de grasa, asfalto, etc., se estira y con unas máquinas de chorro de agua, que actúan como un corte láser, dibujamos la forma deseada a esos trozos de caucho, que son los que van a formar la composición final».

Como en este proyecto se trataba de darle la apariencia de un bosque tupido, «el caucho se ha cortado dándole forma de hojas de sauce, de encina, de madroño, etc., -continúa González-, que después se meten en hornos de pintura y se les da la línea cromática que nuestros interioristas deciden para cada jardín concreto».

Detalle del muro descontaminante Ilunion-Murarte
Detalle del muro descontaminante Ilunion-Murarte Ilunion

La fase de diseño muy importante, «es cuando se decide qué aspecto va a tener. En este caso, al ser una instalación que va a estar en Madrid, se ha optado por hojas de especies arbóreas autóctonas». Una vez las hojas cortadas y pintadas en los colores adecuados, «se monta la estructura sobre un panel de acero composite, que se atornilla a la superficie en la que se vaya a instalar el jardín vertical y se va creando. «A mí me gusta decir que lo hacemos de una manera anárquica: una hoja para allá, una hoja para acá… como es la naturaleza».

Es cuando está montada esa estructura en el espacio al que está destinada cuando llega el momento de incorporar el componente que le aporta la propiedad de eliminar contaminantes del aire. El quid de la cuestión, en definitiva. «Se pulveriza sobre la superficie de las hojas una nano red, una solución líquida y transparente uno de cuyos componentes es un elemento químico fotocatalizador que se activa al entrar en contacto con la luz, la humedad y el viento, los tres factores que activan el proceso químico automático de la fotocatálisis. De esta manera, las partículas de NOx que entran en contacto con la superficie del jardín se convierten en vapor de agua y en sal que caen de forma inocua a la superficie». En el caso de la instalación de Ilunion, «la Asociación Ibérica de Fotocatálisis y avalada por un laboratorio español asociado, nos ha dado un porcentaje de mitigación de NOx del 22%», señala Bea González.

Es un proceso constante, que actúa mientras están activos los componentes de la solución líquida «que tiene un rendimiento al 100% durante cinco años. Pasado este tiempo no se desactiva, sólo pierde eficiencia, por lo que se recomienda darle una nueva aplicación».

En cuanto a la pintura, dura hasta 15 años y «se puede pintar de nuevo sin desmontarlo, con espray. Mientras tanto, el mantenimiento es muy sencillo porque es auto limpiable, ya que la molécula se activa simplemente con la lluvia. Si no lloviera, simplemente con una hidrolimpiadora».

Ventajas, posibles emplazamientos y más

Un jardín vivo es un tipo de solución, ofrece unos resultados y una estética. Y tiene unos costes. González, argumenta las diferencias «4.000 m2 de jardín vivo en la Avenida de la Ilustración de Madrid, con plantas naturales, han supuesto una inversión inicial de 4 millones de euros. Más luego su mantenimiento». Para la directiva de Murarte, los puntos a favor de sus de jardines verticales están claros: «los vivos requieren un mantenimiento tremendo y tienen una huella hídrica muy importante. En cambio, con los basados en neumáticos el mantenimiento es prácticamente cero. Unos tienen unos resultados y un coste. Y otros, dan solución a otros problemas y en comparación el coste es 50% menor».

La diversidad de posibles lugares donde puede ser instalado es notable, porque «está pensado para entornos urbanos donde puede tener un impacto visual positivo como bienvenida a una población y en fachadas, rotondas, entradas a puentes, túneles o aparcamientos. Ahí, justamente, es muy interesante porque se concentra mucho NOx de todos los coches que entran y salen. De manera que se embellece un espacio al mismo tiempo que se está mitigando ese contaminante».

Murarte, que ya tenía larga experiencia en el desarrollo de soluciones similares en Latinoamérica, para aplicarlos en España buscó aliados locales. Uno de ellos Signus, con quienes «Empezamos a indagar sobre el volumen de residuos de neumáticos fuera de uso que se está generando en Europa. Veíamos que las toneladas eran increíbles y, también, la nueva normativa europea que va a prohibir utilizar microgranulado de neumáticos en los céspedes artificiales de campos de deporte. Así que este uso es idóneo por la cantidad de neumático que requiere y porque se aplica en algo bonito y muy útil socialmente».

En este sentido, González añade que «también es una alternativa para empresas privadas, grandes o medianas, cotizadas, etc. que quieran tener impacto positivo en su entorno inmediato».