
Motor
¿Cómo se frena un coche automático? No basta con pisar el freno
Frenar un coche automático no es solo cuestión de pisar el pedal, sino de entender cómo funciona el sistema y usar todos los recursos que el vehículo ofrece

En un mundo donde los vehículos automáticos se han convertido en la opción preferida para millones de conductores, aún persisten dudas sobre su correcto uso, especialmente cuando se trata de frenar. Aunque muchos piensan que basta con pisar el pedal de freno, expertos advierten que esto no siempre es suficiente para garantizar una detención segura y prolongar la vida útil del coche.
Más allá del pedal
A diferencia de los coches manuales, en los automáticos no hay embrague ni necesidad de cambiar marchas para reducir la velocidad. Sin embargo, esto no significa que el conductor deba limitarse a pisar el freno. En situaciones como descensos prolongados, frenadas de emergencia o tráfico denso, apoyarse únicamente en el sistema de frenos puede causar sobrecalentamiento y desgaste prematuro de las pastillas.
Consejos prácticos para una frenada eficiente
- Usa el freno motor: Al bajar pendientes largas, cambia a una marcha baja (L o B). Esto ayuda a que el motor retenga el vehículo sin forzar tanto los frenos.
- Anticipa la frenada: Levanta el pie del acelerador con tiempo y frena suavemente. Una conducción anticipada evita frenazos bruscos y mejora la eficiencia del coche.
- No mantengas el pie en el freno en bajadas: Esta práctica, común en conductores novatos, puede sobrecalentar los frenos y reducir su efectividad. Combina el freno motor con pisadas intermitentes del pedal.
- Cuidado con el punto muerto (N): Algunos creen que poner el coche en neutral ahorra combustible al frenar, pero esto es un mito peligroso. Además de reducir el control del vehículo, puede dañar la transmisión.
Seguridad ante todo
Frenar correctamente en un coche automático no solo mejora el rendimiento del vehículo, sino que también previene accidentes. Conocer y aplicar las funciones del cambio automático es clave para una conducción segura y eficiente.
En definitiva, frenar un coche automático no es solo cuestión de pisar el pedal, sino de entender cómo funciona el sistema y usar todos los recursos que el vehículo ofrece. Porque en la carretera, saber cómo frenar puede marcar la diferencia.
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