Motor
Conducción segura con niebla: Descubre la Regla de las 3V
Desde las redes sociales de la Guardia Civil recomiendan hacer estos ajustes cuando nos enfrentemos a condiciones de baja visibilidad
El invierno en España nos trae algunas condiciones climáticas que pueden hacer que conducir sea un desafío. Particularmente, la niebla es uno de los elementos que más puede reducir nuestra visibilidad mientras que estamos al volante, haciendo que sea difícil ver la carretera y otros vehículos. Desde la cuenta de X (Twitter) de la Guardia Civil nos aconsejan, en primer lugar, que mantengamos la calma, evitando reaccionar de forma precipitada, porque eso podría poner en peligro nuestra seguridad y la de los demás.
Además de mantener la calma, la Guardia Civil también comparte la "Regla de las 3 V", que es un recordatorio de cómo tenemos que reaccionar ante una situación de poca visibilidad:
¿Qué es la "Regla de las 3 V"?
Según explican desde la cuenta oficial de la Guardia Civil, la "Regla de las 3 V" es un concepto clave en seguridad vial, esencial para todo conductor que se enfrente a condiciones de baja visibilidad. Este principio se compone de tres elementos fundamentales: Visibilidad, Velocidad y el Vehículo delantero. Cada uno de estos elementos requiere una atención y ajuste específico para garantizar una conducción segura.
El primer componente de la regla, la Visibilidad, se refiere a cómo los conductores deben ajustar sus luces de acuerdo a las condiciones de visibilidad. Las luces juegan un papel crucial en la seguridad de la conducción, especialmente en situaciones de niebla espesa, lluvia intensa, nubes densas de polvo o humo, entre otros. En estas circunstancias, es obligatorio encender las luces antiniebla. Estas luces están diseñadas para ser más intensas que las luces regulares del vehículo, permitiendo al conductor ver con mayor claridad y, a su vez, ser visto por otros conductores. Sin embargo, estas luces deben usarse con precaución para evitar deslumbrar a otros conductores que vienen en sentido contrario o que se encuentran delante de nosotros.
El segundo elemento de la regla es la Velocidad. Cuando las condiciones de visibilidad son pobres, los conductores deben adaptar su velocidad a las circunstancias. La velocidad a la que se circula en un día soleado y con buena visibilidad no es la misma que se debe mantener en un día con niebla cerrada o lluvia intensa. En estos casos, es aconsejable reducir significativamente la velocidad del vehículo. La clave para determinar la velocidad adecuada es -simplemente- sentirse seguro al volante y dejar suficiente tiempo para reaccionar ante cualquier imprevisto. Sin duda, una velocidad reducida y adecuada a las condiciones de la vía puede marcar la diferencia entre un susto y un accidente.
El tercer y último elemento de la regla se refiere al Vehículo delantero. Mantener una distancia segura con el vehículo delantero es esencial para evitar accidentes, especialmente los choques por alcance. Para calcular esta distancia de seguridad en condiciones normales, la Dirección General de Tráfico recomienda aplicar la "regla del 1102".Según esta regla, debe haber al menos dos segundos de diferencia entre nuestro vehículo y el vehículo delantero. Para calcular estos dos segundos, podemos pronunciar mentalmente "1101 y 1102" tomando como referencia un punto fijo en la vía. No obstante, es importante tener en cuenta que, en situaciones de baja visibilidad, así como cuando las condiciones del vehículo o de la carretera no son óptimas, puede ser necesario aumentar esta distancia… y en lugar de contar 1102, podemos contar 1104 o 1105.
Al ajustar adecuadamente la luces, la velocidad y la distancia de seguridad con el vehículo delantero, podremos reducir significativamente el riesgo de accidentes y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.
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