Tráfico
La DGT prefiere los radares de tramo porque son los que más multan
Les favorece la supresión de la norma de poder aumentar la velocidad para adelantar, a pesar de que ello ha provocado muertes en la carretera
La Dirección General de Tráfico prefiere la instalación de radares de tramo, ya que estos son más difíciles de ser evitados por los conductores españoles y, por tanto, pueden generar más multas. En el último despliegue de estos aparatos medidores realizado en los últimos días, 25 de los 32 nuevos radares instalados son de tramo.
Los radares de tramo miden la velocidad media realizada por los automovilistas a través de un espacio de carretera que puede medir varios kilómetros. Normalmente se instalan en autopistas, donde es difícil mantener una velocidad estable durante un espacio de tiempo largo. Sobre todo, si, en los tramos de bajada, el coche se lanza y, sin que suponga un peligro para la circulación, supera ligeramente los 120 por hora. No atenta contra la seguridad de la vía, pero sí supera el límite fijado por el aparato medidor y puede costarnos una multa.
O si tenemos que adelantar a otro vehículo, ya que la DGT suprimió la norma que permitía superar ligeramente la velocidad para realizar esta maniobra de manera más segura, al disminuir el tiempo por el que circulábamos por un carril diferente o por el carril contrario. Esta prohibición está orientada a que los usuarios multados en los radares de tramo no pudieran argumentar que habían elevado la velocidad para adelantar a otros vehículos. A pesar de que el suprimir esta disposición ha costado muchos muertos en accidentes de tráfico durante los adelantamientos.
Así se recoge en un estudio de la Universidad de Zaragoza, que denuncia el desastroso desenlace de una medida cuyo origen es optimizar el funcionamiento de los radares de tramo y obtener de esta forma una mayor recaudación por multas. Expertos en circulación vial desaconsejaron la medida ya que cuanto más rápido se supere al automóvil de delante menos tiempo se invade el carril contrario. Pero la DGT hizo oídos sordos a estas opiniones.
Según admitió el director de la DGT, Pere Navarro, era optimizar el funcionamiento de los radares de tramo, aunque, pese a ello, se dificultara enormemente por Ley la maniobra de adelantamiento que pasaría a requerir el triple de tiempo y 2,5 veces más de espacio en la carretera. El resultado de esta prohibición ha sido que los fallecidos en adelantamientos en vías secundarias aumentan un 54,5% tras eliminarse el margen de 20 km/h para adelantar.
El resultado es que en el primer año de entrada en vigor de la reforma de la Ley de Tráfico que eliminaba el margen de 20 km/h para adelantar en carreteras convencionales (de dos sentidos de circulación por calzada), el número de personas fallecidas en accidentes en la maniobra de adelantamiento aumentó un 54,5%. Es el dato más relevante del “Informe +20; adelantar con seguridad” elaborado por el profesor de la Universidad de Zaragoza Juan José Alba López, doctor ingeniero industrial con una dilatada experiencia en investigación de accidentes de tráfico.