Movilidad
EQV 300: la eléctrica más lujosa para los pasajeros
El monovolumen de Mercedes cuenta con una versión eléctrica que tiene una autonomía media de 300 kilómetros
El lujo y la capacidad no deben estar reñidos. Los grandes espacios exigen diseño y practicidad. Algo que encontramos en las Mercedes de la Clase V, que además se fabrican en la factoría que la marca alemana tiene en Vitoria. Una furgoneta que se ofrece en diferentes motorizaciones, incluidas eléctricas bajo la denominación EQV. Un vehículo con mil aplicaciones, tanto para el transporte de personas, como uso familiar o incluso, si así lo deseamos, para la aventura de cada fin de semana al poder convertirla en una camper con sitio para todo. Y claro, su mecánica le permite disfrutar de la etiqueta Cero y beneficiarse de poder dar servicio en el centro de las ciudades. Algo especialmente importante para las empresas de transporte de tripulaciones o grupos de ejecutivos.
Exteriormente no se aprecian diferencias entre esta versión y el resto de sus hermanas de la Serie V con diferentes motorizaciones. Es cierto que esta versión eléctrica es ligeramente más alta que las de motor de combustión y la razón es muy simple. Todo el conjunto de las baterías se ha colocado en la parte inferior, en la plataforma especialmente diseñada para ello, lo cual sitúa más bajo el centro de gravedad, pero no reduce en nada la capacidad interior del vehículo respecto al resto de los modelos con otras mecánicas. Por lo que respecta a su utilización, este EQV300 parece especialmente diseñado para su uso en ciudad, aunque también se muestra eficaz en los desplazamientos por carretera. Pero lo primero que sorprende es su reducido radio de giro, que le permite circular por calles estrechas y girar en un palmo de terreno, a pesar de sus dimensiones. Y otra de sus ventajas es la apertura de la puerta lateral, que se desliza sobre la carrocería. Algo especialmente útil en calles estrechas. La zona posterior, para maletas o equipajes, tiene una gran calidad de carga debido al gran portón trasero que bascula desde el techo.
El cierre de ambas puertas es automático bien accionando el tirador o pulsando un botón situado en el quicio. Y la amplitud de la puerta lateral permite acceder cómodamente a las dos filas de asientos posteriores. Detrás se dispone de tres cómodos butacones y la fila central dispone de dos butacas individuales. Tanto la distancia entre los asientos como la altura del techo permite viajar a cinco personas de manera confortable. Su mecánica eléctrica le permite una autonomía de más de 300 kilómetros por carretera, que se convierten en 480 en tráfico urbano. Son unos valores verdaderamente destacables teniendo en cuenta que estamos conduciendo una mecánica con una potencia de 204 caballos y un par motor de 362nm. El conductor, que puede ver en todo momento la autonomía disponible en el centro del cuadro de control, tiene la posibilidad de aumentar o disminuir el kilometraje de uso en función de su forma de conducción y sus necesidades.
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