¿Sabes cambiar una rueda de forma correcta?

Se trata de una de las averías más frecuentes que puede darse en un automóvil. Un pinchazo, un reventón o, simplemente, la pérdida de aire puede obligarnos a tener que sustituir una de las ruedas por la de repuesto. Una operación bastante sencilla, pero que cada vez hay más conductores que no saben cómo llevarla a cabo. Según diversas encuestas, seis de cada diez conductores no saben qué hacer en estas circunstancias.

Es imprescindible mantener en buenas condiciones los neumáticos para evitar esta desagradable circunstancia y vigilar además la presión adecuada del aire en las ruedas. Pero es necesario asimismo cómo actuar cuando hay que sustituir una de las ruedas. Para ello, ofrecemos a continuación los principales pasos que debemos dar para poder cambiar la rueda en caso de que uno de nuestros cuatro neumáticos se quede inútil por un pinchazo o reventón.

Lo primero es buscar un lugar seguro para efectuar la operación y aí evitar que nos pueda arrollar otro coche que circule por la misma carretera. Acaba de entrar en vigor la sustitución de los triángulos de señalización, aunque pueden seguir usándose hasta 2026. Se recomienda además contar con la luz V-16 que se coloca encima del techo y no tienes que descender del coche para estar seguro y que te vean. Tampoco hay que olvidar el chaleco reflectante y se aconseja además poner las luces de emergencia del propio coche si es de noche o no hay mucha visibilidad.

Es evidente que para cambiar una rueda necesitan una serie de herramientas que conviene asegurarse que están guardadas en el lugar correspondiente de su coche. La rueda de repuesto se deberá montar ayudándose del gato y de la lleve de tuercas. Hay varios tipos de gatos, pero todos hacen la función de levantar la carrocería del suelo. Y respecto a las tuercas, a menudo hay alguna tuerca de seguridad para evitar robos, que se abre con una pequeña llave que también deberá estar a mano.

Previamente a estudiar el punto de ataque donde colocar el gato, deberán aflojarse ligeramente las tuercas de la rueda pinchada. No retirarlas del todo, pero sí quitarles la primera resistencia, operación que será más sencilla si el vehículo no está ya levantado. Hecha esta operación, se levanta el coche con el gato y se terminan de quitar las tuercas. La rueda saldrá entonces sola.

Ya solo queda coger la rueda de repuesto y colocarla aprovechando los huecos de las llantas y haciéndolos coincidir con los espárragos de la rueda del coche. En esta posición, con el vehículo elevado, introduzca las tuercas hasta que estén ligeramente apretadas. Una vez hecha esta operación, puede hacer descender el coche con el gato y, una vez asentado en el suelo, terminar de apretar las tuercas.

Es importante recordar que las ruedas de repuesto en algunos casos son menos duraderas que las que van instaladas de serie y que a menudo tienen limitada su velocidad máxima a 80 km/h. Por ello, conviene ir cuanto antes al taller especializado para poner una nueva, o mejor las dos del mismo eje que ha pinchado, para que vayan las dos equilibradas.

Para evitar la circunstancia de un pinchazo es importante llevar siempre los neumáticos con la presión de aire recomendada por el fabricante y no llevar al límite al desgaste de la goma, por lo que deberemos comprobar que siempre haya una profundidad de dibujo de entre ocho y diez milímetros.