Tribunales

El fiscal pide 21 meses de prisión para el exconsejero de Agricultura por el ‘Caso Topillo’

El Ministerio Público pide las mismas penas para el excomisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel Aldeguer

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Vista aérea del Mar Menor, en MurcialarazonMITECO

El fiscal de Medio Ambiente, Miguel de Mata, ha solicitado penas de un 21 meses de prisión, así como una multa de 16 meses con una cuota de 12 euros diarios, para el exconsejero de Agricultura Antonio Cerdá, en el marco del ‘Caso Topillo’, que investiga el deterioro sufrido por el Mar Menor como consecuencia de los vertidos de la agricultura.

El Ministerio Público pide las mismas penas para el excomisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel Aldeguer. Para ambos solicita, además, la inhabilitación especial para el ejercicio de cargo público y del derecho de sufragio pasivo durante un periodo de nueve años.

En su escrito, señala que el exconsejero “se limitó a establecer una previsión formal pero siendo consciente de su falta de operatividad, se hizo como que se hacía pero en realidad no se hizo nada” para controlar el vertido de fertilizantes nitrogenados a la laguna salada, “frustrando así el objetivo de la norma”.

Del excomisario de Aguas de la CHS, el fiscal incide en que, “a pesar de tener conocimiento durante años de la realidad de la existencia de numerosas desaladoras funcionando sin autorización alguna y que, en su mayoría se conectaban a un salmueroconducto que vertía directamente al Mar Menor, no adoptó decisión alguna para su inspección, sanción y desmantelamiento”.

“Consintiendo --de esta forma-- una situación de ilegalidad y falta de control de los vertidos que colisionan frontalmente con las funciones asignadas a la Comisaría de Aguas que él mismo dirigía”, añade el texto.

Asimismo, la Fiscalía reclama para las empresas agrícolas investigadas penas que van desde los cinco meses hasta los seis años de prisión, así como asunción de responsabilidades civiles que alcanzan los 1,4 millones de euros.

El escrito hace referencia a que “el incremento masivo en la superficie regable, unido al uso generalizado de abonos nitrogenados por los agricultores para la optimización de las cosechas, ha provocado un incremento severo de los niveles de nitratos presentes en los suelos y en los acuíferos cuaternario y plioceno”.

Estos niveles, según la Fiscalía, que apoya sus conclusiones en diversos informes científicos, “sobrepasan con claridad el límite fijado por la normativa como cantidad máxima admisible, que se concreta en 50 mg/litro para las masas de agua subterráneas en la directiva marco del agua”.

Añade a este respecto que “buena parte del excedente de los nitratos agrícolas han terminado depositados en el Mar Menor, a través de varias vías”, entre las que cita los intercambios subterráneos, las aportaciones superficiales, los vertidos directos a través de la Rambla del Albujón y las escorrentías provocadas en episodios de lluvias torrenciales.