Ola de calor
Los profesores murcianos critican los “graves efectos” que provoca el exceso de calor en las aulas
El sindicato Anpe recuerda que llevan varios años denunciando los mismos problemas. “El calor es insoportable”
El sindicato de Enseñanza Pública ANPE en la Región de Murcia ha denunciado públicamente los “graves efectos” que el exceso de calor está ocasionando en las aulas de todos los centros educativos de la Comunidad. “De nuevo estamos llegando al final de otro curso escolar y, de nuevo, estamos sufriendo los efectos del excesivo calor que han de soportar en las aulas, tanto los alumnos como los docentes”.
En estas fechas, el sindicato ha recordado que se habla continuamente de la programación de cierre de curso, y de los preparativos para el inicio del siguiente. Sin embargo, lamenta que hay un tema que continúa sin resolverse y que viene denunciando desde hace varios cursos: “el del excesivo calor que se ha de soportar en las aulas, especialmente en los meses de junio y de septiembre”.
“Este es un problema que repite curso tras curso, que todo el mundo reconoce, pero al que no se le dota de ninguna solución”, según el sindicato, que recuerda que esta situación está regulada por el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
En concreto, este Real Decreto recoge que la exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo “no debe suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores, es decir, de alumnos, docentes y personal del administración y servicios”.
En los lugares de trabajo cerrados deberán cumplirse, en particular, una serie de condiciones como, por ejemplo, que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27 grados; y que la humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70 por ciento.
“Desde ANPE podríamos analizar detalladamente la situación del calor en las aulas, y hablar de variables termo-higrométricas; de confort térmico; de intercambio de calor por convección; o de sensaciones frente al ambiente térmico; entre otras cosas”.
Sin embargo, el sindicato cree que, al final, “todo nos llevaría a la misma evidencia: el exceso de calor que caracteriza nuestra aulas origina que el alumnado disminuya notablemente su disponibilidad para el aprendizaje, reduzca su capacidad de concentración, se sienta más inquieto, desarrolle síntomas de ansiedad o esté más irritable”, entre otras consecuencias.
A juicio de ANPE, todos estos factores “influyen, sin duda alguna, de forma muy negativa en el rendimiento escolar del alumnado de nuestra Región”.
Además, a todo lo indicado, hay que sumarle que el exceso de calor en las aulas representa una sobrecarga para el organismo del alumnado -en relación con los adultos que poseen una masa muscular mayor-, lo que provoca el incremento de la temperatura interna del organismo, originando la aparición más rápida de la fatiga”.
ANPE ha recordado que pone este tema sobre la mesa de la Administración todos los cursos en junio y en septiembre. Sin embargo, la Comunidad “lo va posponiendo y alegando la sobrecarga de tareas que conlleva el inicio/cierre del curso, lo deja sin abordar hasta el curso siguiente, y así sucesivamente”.
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