Opinión

Coca de mollitas, icono de Alicante

Alicante es su coca de mollitas y sabores, que sin duda, potencian el sentimiento de pertenencia a una ciudad.

Coca de mollitas, icono de Alicante
Coca de mollitas, icono de AlicanteLa Razón

Me considero alicantina de raza, luego, practico el alicantinismo, en el sentido más amplio del término, es decir, incluyendo el matiz peyorativo de que todos sabemos quién es quién y comentamos qué le pasa al de al lado. No lo soporto. Pero el "poble és el poble", eso sí, con aspiraciones de ciudad, a secas, no digo gran porque, sin duda, el adjetivo le queda grande. Tanto me tiran mis raíces -nada como pasar catorce o quince años de mi vida en Madrid para echar de menos la playa del Postiguet, la más alicantina de todas- que al enterarme de que se va a elaborar una coca de mollitas gigante y en plena calle se me ha erizado el vello.

Porque Alicante no se entiende sin sus arroces -no me cansaré de repetir que en la "terreta" se cocina y come arroz- ni sin la coca de mollitas; la provincia es lugar de cocas; hay para todos los gustos y con los ingredientes más diversos, pero las mollitas son tan nuestras como el Castillo de Santa Bárbara. No sé si nos gusta más por lo que es en sí mismo -una masa de hojaldre o pan recubierta de mollitas de harina y aceite- o porque forma parte de nuestras tradiciones.

Me pregunto si la ciudad ha sabido hasta ahora "vender" su gastronomía y si ser la Capital Española de la Gastronomía en 2025 será un acicate para nuestros productos y platos.

Hay mucho programado hasta final de año tanto en España como en el extranjero. Y en la ciudad me encanta que los bares de siempre, los de barra de aluminio, tengan también su espacio; máxime si están en la periferia, en vez de en el centro. Hasta allí podrán ir los turistas en busca de una tapa.

Pues eso, que Alicante es más, mucho más, que sol, playa y mascletàs en las Hogueras de San Juan. Es coca de mollitas y sabores, que sin duda, potencian el sentimiento de pertenencia a una ciudad.