El sector citrícola de la Región de Murcia estalla ante una campaña «ruinosa»

Las protestas agrícolas que están colapsando carreteras, paralizando actividades económicas y movilizando a medio país no hacen más que reivindicar una mejora de las condiciones para los cientos de miles de profesionales agrarios que están asfixiados por los altos costes de producción, la competencia desleal de terceros países y las trabas comerciales internacionales. «Desesperación absoluta» confiesan desde la organización agraria Asaja Murcia, desde la que aseguran que la campaña del limón en Murcia, así como en todo el Levante español, «está sumiendo en una auténtica desesperación a los productores de este cítrico, que vive una de lascampañas más ruinosas de las últimas décadas».

Así lo expone el secretario general de Asaja en la Región, Alfonso Gálvez Caravaca, quien insiste, en plena vorágine de protestas y manifestaciones por todo el país, en reclamar a la Unión Europea que defienda los intereses de los productores de limones y cítricos, además del resto de productos hortofrutícolas. «No podemos consentir que no se vele por los intereses de los países miembros». De hecho, incide: «el dumping social es, sin duda alguna, una de las grandes amenazas para el campo murciano, español y europeo».

Esta reivindicación del campo regional no es nueva. Desde Asaja, llevan años defendiendo una «reestructuración del sector del limón», e indican que necesitan una política europea «que defienda verdaderamente los intereses de nuestros productores, y para ello, la mentalidad de los políticos europeos debe cambiar totalmente».

Gálvez Caravaca insiste en la importancia de apostar por la internacionalización, «pero con unas políticas que sean más proteccionistas con los productores europeos, para que no continuemos con precios tan ruinosos como los de esta campaña, que son insoportables e inaguantables».

[[H3:«Trabajar sin descanso»]]

En esta misma línea se pronuncia también uno de los productores cítricos de la Región, Juan de Dios Hernández, quien señala lo «doloroso» que es «trabajar todo un año sin descanso, para no recibir nada a cambio, solo pérdidas y más perdidas». Por ello, asegura que es «vital» proteger ese equilibrio de producción y beneficios para la supervivencia de este sector estratégico, «al igual que mantener esa soberanía alimentaria».

El también miembro Asaja destaca que la climatología, el cambio de hábitos de los consumidores, la burocracias, las grandes superficies y, sobre todo, la competencia desleal de países no comunitarios, son algunos de los principales problemas que han llevado al campo a esta «situación límite». «Miles y miles de familias las tenemos que pagar grandes pérdidas, un año tras otro».

Por último, el productor citrícola lanza una reflexión y pregunta «qué comunidad europea hemos construido, que ahora nos vende y abre las puertas a países no comunitarios», condenando así la falta de medidas arancelarias o la ausencia de exigencias sanitarias a productos llegados de otras partes del mundo, mientras que los controles a los productos murcianos son cada vez más intensivos.