Opinión

«Como sea»

«Hay que cerrar un acuerdo como sea, vamos», la orden, captada por un micrófono, es de Zapatero a su director de Internacional, Carles Casajuana, en la cumbre Euromediterránea de Barcelona de 2005. El «como sea» se ha instalado en la forma de hacer política. La operación de cirugía parlamentaria del Gobierno para saltarse el veto del PP en el Senado a la senda de déficit es un ejemplo claro. Una intervención así con nocturnidad y cargada de alevosía perpetrada por fontaneros deja al sistema bicameral herido. No es nueva la campaña de desprestigio al Senado, es la plataforma del 155 y eso ahora vende poco para el Gobierno. Lastra e Iglesias no conciben que la representación popular esté en un lugar donde el PP tiene mayoría absoluta. Si es o no es legal la artimaña lo tendrá que decir el Tribunal Constitucional si el PP acude allí. Lo que ocurre es que para cuando ese tribunal se manifieste la cuestión será anécdota.

Pedro Sánchez quiere Presupuestos «como sea». Necesita dotación para que el PSOE llegue a las municipales y autonómicas con posibilidad de repartir y mientras tanto se mantiene la legislatura. Las trapacerías parlamentarias entran dentro de lo que una democracia madura con sus 40 años de Constitución soporta más allá del escándalo de políticos y periodistas. Lo peligroso viene después. Para esos presupuestos hacen falta todos los votos de los socios de moción, cada uno con su lista de la compra. Tardá ya le ha dicho que «amigos sí, pero la vaca por lo que vale». ¿El precio? que el Gobierno «inste», ya no «oriente», a la fiscalía para que retire la acusación de rebelión si quiere que los de ERC apoyen las cuentas. Así en pleno hemiciclo escuchado por todos. Para contrarrestar este navajazo a la autonomía e independencia de la fiscalía nos han contado que el Gobierno de la Generalitat irá, después de una bilateral, a una reunión de la comisión de financiación autonómica. Se va a mezclar con el resto de Comunidades y además va a mandar nada más y nada menos que un «subdirector general»... la distensión da sus frutos nos dice la propaganda. Veremos que hace la Fiscalía, pero Borrell en la BBC y Batet en «El País» sobre los presos no hubieran dicho lo que dijeron sin el visto bueno de Moncloa. Quizá nos estén preparando para el prólogo de aquel plan que el «ministro sin cartera» para Cataluña, Iceta, expuso en campaña: el indulto. El juicio a los políticos presos va a ser duro pero si se prepara el terreno Sánchez no tendrá que apretar el botón electoral. Lo único que está en manos del presidente es decidir cuándo hay generales y Moncloa en Navidad es muy agradable.