Opinión
Sor Marie Théo: "Correr me acerca a Dios"
Las fotos del Papa Juan Pablo esquiando sorprendieron al mundo, a todos agradó la idea que el máximo jefe de la iglesia fuera también deportista y si es cierto aquello de mens sana in corpore sano, la hermana Marie Theo nos demuestra ser monja no impide ser una buena atleta.
En una rueda de prensa para dar a conocer el equipo Athletica Vaticana, un incauto periodista preguntó que cómo hacían las monjas para correr con faldas. La respuesta de la hermana Marie Théo fue tan tajante que lo dejó mudo.
Hemos seguido a esta sorprendente mujer, que lleva con la misma naturalidad el hábito de monja que el chándal cuando entrena.
“Desde pequeña me ha gustado el movimiento. He estudiado psicomotricidad. El movimiento es fuente de vida, de equilibrio y de armonía, he encontrado a través de la vida religiosa, con este deporte sencillo, un espacio de armonía, de soledad, de respiración, de escucha de mi mundo interior y humildad, poco a poco me apasionó la carrera”, explica siempre sonriente.
“Para mí, la vida religiosa, si no tiene una tierra común, si no tiene raíces en la vida de cada día, en la vida de todos, no tiene sentido. Para mí es estar ligada y en comunión con la gente, y así se vive Dios como centro de la vida”
Si bien aclara que el deporte no es lo más importante en su vida, es una manera de “poder vivir mi fe y mi vida como don de Dios, con este movimiento y este espacio”.
Solemos pensar que la vida de una religiosa es monótona y rutinaria, pero para la hermana Marie Théo no hay dos días iguales.
Desde hace tres años es la superiora provincial de las hermanas dominicas en Italia. Sus múltiples responsabilidades en el servicio a las comunidades hace muy variado su día a día, lo que le permite, dos o tres veces por semana, buscar su propio espacio corriendo al aire libre.
Después de asegurar que la vida religiosa
es perfectamente compatible con el deporte, la hermana cuenta que anima a todos
los religiosos a practicarlo y a todos los deportistas a “escuchar la voz de Dios en este movimiento de vida”
Athtletica Vaticana
Desde este año existe la Athletica Vaticana, la primera Asociación deportiva del Vaticano, que tiene un acuerdo con el CONI (Comité Olímpico Nacional Italiano).
Está formada principalmente por funcionarios del Vaticano, sobre todo laicos, que se encontraron corriendo en las calles alrededor de la Ciudad Estado y comparten la pasión por la carrera y la fe.
“Nació como algo muy sencillo, casi como una familia”, recuerda. A la vez explica la dificultad del equipo para conseguir incluir mujeres. Por ahora son solo ocho.
Este inusual equipo está compuesto por
sacerdotes, monjas, guardias suizos y empleados laicos del Vaticano.
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