Feas

Mientras todos Vds están con lo de los pacticos estos de gobierno, vengo a contarles algo que se les pasó y no se dieron cuenta. Seguramente es la noticia que millones de personas estaban esperando. Sobre todo, millones de mujeres. Bradley Cooper ha cortado con Irina. Hasta aquí podría ser una noticia sin más. Una noticia de esas que da vergüenza comentar, que no quieres que tu circulo sepa que es un tema que entra en tus conversaciones habituales. Vale, bueno, yo hablo de Bradley e Irina. Y además, hablo mal. Hablaba mal. Ya hablo bien de Bradley e, incluso, de esa pobre chica rusa y monísima que se llama Irina y que espero encuentre un hombre que la haga feliz cuando las carnes ya no le queden prietas. Bradley, amigas, está de nuevo suelto y sabemos qué queremos que le pase a Bradley. Bradley es un bombón con muchos problemas pero miró a una chica fea y la convirtió en la mujer que ya sabíamos. Todas sabíamos que Bradley tenía a la modelo más guapa del mundo pero admiraba a la señora más rara del globo. Lo sabíamos. Y estábamos esperando. Pues ya ocurrió. Ganó aquel recuerdo. Aquello que surgió contra todo pronóstico y que nos da esperanza a las feas. Bradley, uno de los tíos más guapos del mundo, pareja de unas de las chicas más lindas del globo, se topa con una tipa de nariz grande, no muy conseguida estéticamente. Y algo cambia. Al final, el amor no es una cuestión de belleza. Bradley bebe, no quiere beber. La otra lleva el zurrón del sufrimiento lleno. Seguramente el amor es eso. El amor, el de verdad, tiene que ver con haber vivido con algo de sufrimiento. Con haber sufrido y entender el sufrimiento del otro. Con saber cómo se pone de dura la vida y cómo metabolizar el dolor. Dos personas que han sufrido tienen un plus frente al fracaso.