Yo, Leonor

Fíjate lo que te digo: este sábado me voy a poner la televisión alemana. Resulta que le han hecho a Altibajos un reportaje y lo echan el sábado. Yo comprendo que a los alemanes les tenemos un poco de ojeriza porque son la locomotora de Europa y eso, pero someterles a semejante bostezo me parece un poco denunciable, la verdad. Como anochece pronto y se habrán puesto de cerveza caliente hasta las manillas igual aguantan como campeones, que estas razas son así. Cuarenta y cuatro minutazos, lo justo para que invadan algo. Ha estado Julita, que es la reportera, un año rondándonos.

Abrías un cajón y allí estaba Julita. Mirabas si quedaban puerros y allí estaba Julita. Ibas a comerte el último canapé a escondidas y Julita se había puesto de dátiles con tocino como el Tenazas. Así que Julita ha seguido a Altibajos doce meses y dice Julita que «irradia cercanía y humanidad» y que «gana en las distancias cortas». Qué maravilla, no me extraña que Europa se vaya a pique. Yo lo que creo es que van a contar que le encantan los kiwis y que nos atiborra a acelgas y a caballa a la plancha, que come sanísimo y que nos lleva más derechas que una vela.

Julita, la pobre, hizo un intento de preguntarme qué tal era Altibajos y a mí se me vino un «airico» a la boca y le contesté con olor a Omega 3. «A ver si la llevan a un entrenamiento militar y la devuelven relajada, porque en esta casa estamos siempre en un ay». Le he dicho a mi yaya, que es muy fan de Altibajos, que veamos juntas el sábado el reportaje pero dice que tiene mucha plancha. Yo lo que creo es que se va a ir a hacer manitas con Juanito, que están ahora que parecen de Hombres, Mujeres y Viceversa. Ya se lo he dicho a «nuestrohijoFelipe». «A ver si aprendéis, que no os tocáis ni con un palo». Pues se ha «enfadao» y esta noche ceno dos de arenques.