Opinión

Del Llobregat y universal

Tomar el «prusés» como unidad de medida genera disfunciones políticas, económicas, sociales y hasta culturales que amenazan con ser irreversibles.

Tomemos hoy como ejemplo el agradecimiento de Rosalía en los Premios MTV, un hito...otro más, y su «gracias por invitarme, vengo de Barcelona, gracias por permitirme cantar en español» (traducción más o menos libre). ¡Anatema! Los policías de la moral «indepe» siempre han sospechado de ella. Ni viste ni milita en el amarillo, además canta más en español que en catalán y para los que reparten los carnés al peso eso es intolerable. Bueno, también llamaron «facha» a Serrat. Es una lástima, es una pérdida...otra más. Cuando alguien decida recuperar todo lo perdido, si es que se puede, va tardar mucho más tiempo del invertido en la destrucción y la convivencia va a quedar herida. Tanto esfuerzo por expulsar a los contrarios del paraíso que se está quedando sin gente. Lo peor es que se ha estrechado el campo de pensamiento y el espacio para el diálogo y el debate. Los hay que no conciben que puedas ser universal y del Bajo Llobregat sin lazos, que no salgas a los escenarios envuelta en una bandera. Son los que no quieren admitir la evolución, los que no saben que la creación es un elemento vivo que no es ni de donde nace ni de donde pace ni siquiera pertenece a su creador cuando se hace popular.

Rosalía ha transitado por el flamenco limpio de artificios dejando al aire cada matiz y cada gota, ahora vuela por el trap y otros géneros de los que desconozco el nombre porque ella es un género y muchos. Rosalía no es obligatoria pero es la demostración de esa otra Cataluña que no han sabido retratar ni contar ni mostrar ni aglutinar ni articular los partidos que no gobiernan. La que se sale del retrato oficialista, esa Cataluña que replica al pensamiento único con los brazos al aire, un contoneo y «tracatrá». Que nadie busque carros a los que subirse porque a estas alturas su arte ya es de todos.