
Opinión
A por el centro
Hay una receta política muy efectista: con el radicalismo te das a conocer y con la moderación vas construyendo mayorías. Aquel Sánchez de Évole que se presentó al mundo como el penúltimo revolucionario castigado por las élites se situó en el espectro de la izquierda pura. Su combate contra el aparato, aquella revuelta con triunfo desde las bases, los viajes del Peugeot, su capacidad para aglutinar a todos contra Rajoy le llevó a La Moncloa con una pátina progresista y todos los apellidos que se llevan ahora en lo «políticamente correcto». Ganó las elecciones y la calle Ferraz volvió a llenarse como en otras noches históricas al grito de «¡Con Rivera NO!». Cuando terminó el recuento comenzaron un cortejo con Podemos para conseguir la suma mágica hasta que los morados se dejaron gobiernos, diputados autonómicos y concejales en las elecciones de mayo. Por primera vez desde su nacimiento Podemos había demostrado que era vulnerable, iban hacia abajo y alguien pensó que de los cariños se podía pasar a la humillación para reducir al máximo su presencia. Para conseguirlo había que ir a elecciones sin que se notara el deseo. Había que ocupar el espacio, si no lo haces tú otros lo harán, y se han celebrado Consejos de Ministros con acuerdos de lo más ordinario, algún requerimiento al Gobierno catalán y poco más salvo la rueda de prensa y la sensación de que en funciones pero se gobierna; encuentros con asociaciones de la llamada sociedad civil que dejaron fotografías y hasta reuniones con Podemos para que no se diga. Ha ganado el espacio y ha ganado el tiempo necesario, ahora queda el último tirón para conseguir la holgura electoral que permita un ejecutivo monocolor. Por la izquierda los «trescientos y pico puntos» han conseguido rebañar todo lo que se podría pedir a Podemos. No hace falta votar a Podemos, el PSOE te lo da. Para alicatar por ese lado solo falta que Errejón se cobre su venganza y decida presentarse a las generales por Madrid en el «cara a cara» definitivo con Pablo Iglesias. Sabe Pedro que lo que consiga «Más Madrid» sumará como suma el Partido de Revilla. Ahora hay que ganar ese espacio llamado centro para ampliar la representación. Hay que aparecer como moderados y que Podemos sean los radicales «comeniños» y así y con la presencia pública de un Gobierno que no asusta es como iremos a elecciones y el PSOE aspira a la victoria gracias a ese espacio donde los españoles se sienten cómodos mayoritariamente.
✕
Accede a tu cuenta para comentar