Opinión
Qué y que
Pues a ver qué les digo yo hoy. Primero, que voten. Que es necesario. Que yo me muero de pereza y aún así voy a ir porque mucha gente no tan mayor ya ha vivido no poder hacerlo. Que hay que ir a votar porque nos quieren quitar la ilusión, incluso, desde nuestras propias opciones. Es decir, tiene uno o una unas ideas claras y vienen los tuyos y te marchitan hasta las ganas por su mediocridad. Que vivimos todos esa mediocridad con melancolía de lo que tuvimos, que fueron unos políticos excelentes en unos años no tan lejanos, sí, pero que eso no significa añoranza de otros tiempos que no deben volver. Que un voto de castigo al final lo es para el que lo mete en el sobre para joder y que todo te rebota en la cara como el bofetón con un rodaballo. Que toda oportunidad perdida pasa factura. Que hay que mirarse mucho al espejo antes de ir a votar. Quién soy, de dónde vengo. Qué quiero para mis hijos. Qué quiero para mi libertad, para mis derechos. Qué quiero para mis vecinos, para mis padres, para mis amigos que vinieron de fuera. Qué quiero para los médicos que nos salvan la vida, para los maestros que educan a nuestros niños. Qué quiero para mis amigas, para las mujeres, para los hombres que amaban a las mujeres y que nunca quisieron lo que tienen que oír ahora de algunos hombres, esos que tienen su propia matemática y que quieren hacer distinciones entre una agresión con o sin alcohol en el Código Penal, que pretenden que demos pasos hacia atrás. Que quiero para los míos que no nos vendan seguridad para quitarlos libertad. Que no nos vendan que es mejor ir derechitos y con una vara pegándonos en los riñones. Que mañana hay que votar. Por uno, pero también por los que uno quiere. Nos vemos en las urnas. O qué.