Niños

Los procesos de infantilización de la sociedad solo se perciben cuando tienes que enfrentarte a una realidad para la que no te habían preparado o que te habían dicho que no iba a existir nunca y entonces cuando gritan ¡salta! te das cuenta del abismo. Pese a todo insistimos en que nuestros pequeños sigan ajenos, en burbujas, en esa compasión proteccionista que no es más que un aliviadero para los que saben que no dedican a esos pequeños ni el tiempo ni el esfuerzo. Resulta falso y hasta cutre como una sociedad en la que mayoritariamente los niños molestan, en la que lo del reto demográfico no es mas que un cartel electoral, otro más, haya surgido una corriente de salvar a los niños del confinamiento como si estuvieran al borde del colapso. Se ha demostrado con un solo fin de semana que los niños soportan mejor y cumplen mejor las normas que los padres. Pero era el primer gesto de la desescalada, había que hacer visible el «desencajonamiento» familiar y nos hemos pegado una panzada de imágenes que si te las graba alguien como vídeo del recuerdo de bautizo se lo haces tragar. Las televisiones nos han obsequiado con todo tipo de fundidos, cámaras lenta, carreras infantiles con «carros de fuego», testimonios tutelados por sus padres, hasta algún virado a sepia para hacerlo todo más cursi. No hay expresión más perjudicial que esa de «niños, pobrecitos» que inevitablemente termina construyendo al «hijo tonto» (expresión popular). Así hemos llegado al fin de curso de Celáa. Barra libre. Ya cuando había problemas con el abandono escolar se decidió que pasara todo el mundo y que hasta los 16 todo facilidades…luego la salida al mundo real es un golpe en la cabeza. La Orden del Ministerio de Educación que tiende al aprobado general y a que cada uno haga lo que le parezca y fije el número de suspensos con los que pasar. El sistema es único pero cada uno va a montar el suyo propio y luego llegará PISA con la rebaja y dirá que entre unas comunidades y otras hay un curso de ventaja. Esto de igualar a la baja para no generar traumas ya está estudiado y ha condenado a muchos. Podemos recordar como dispararon a Wert y a su obra hasta dejarla hecha jirones. Y de paso se cargan la educación especial. No se si en Génova alguien se lee el BOE para responder con argumentos a los que aprovechan la alarma para dinamitar la estructura educativa y concretamente en el piso más débil.