Opinión
Las Españas
En Galicia desde hoy tendrán que informar los procedentes de cinco Comunidades, en Asturias el presidente recuerda que el Principado no es la Comunidad de Madrid y que es «OBLIGATORIO», así con mayúsculas, el uso de mascarilla. Ayuso también se ha sumado a la obligatoriedad y aun así Asturias no será Madrid. Además, como premio, anuncia una cartilla serológica, que o se hacen test a todo el mundo y con frecuencia o no tendrá validez alguna, sin entrar en otras consideraciones… pero ruido sí. Así que en esta España sin alarma y sin mando único hemos vuelto a los señalamientos como cuando en el oeste se disparaba al forastero o, por redescubrir costumbres patrias, se le tiraba al pilón. Todos dicen que es para controlar la expansión del COVID-19, en realidad es para justificar la falta de operatividad y eficacia de la llamada «cogobernanza» de la, también llamada, «nueva normalidad». En esta carrera si hay suerte las críticas se las lleva otra comunidad y a ti te dejan en paz. Es algo también muy español eso de desviar el tema y buscar respaldo a tu mala gestión en que alguien lo hace peor. El catálogo de ocurrencias proteccionistas entre los dirigentes autonómicos es una carrera disparatada que, entre otras cosas, deja una normativa fragmentaria que es difícil de entender por ahí fuera… porque los casos siguen aumentando y sea la segunda ola, lo que quedaba de la primera o lo que sea, no hay ninguna pista de control de la enfermedad. Mientras tanto el gobierno rechaza volver a la alarma, dice que los instrumentos legales disponibles son suficientes y recupera aliento después de aquellos meses intensos. El viernes, la conferencia de Presidentes en el Monasterio de San Millán de la Cogolla debería ser la oportunidad de volver a unas pautas comunes, a dar seguridad jurídica a los ciudadanos y también a los pocos turistas que se animen a visitar España. Encima hay que soportar a la prensa británica con esa superioridad anglosajona hiriente. Harían bien nuestros servicios diplomáticos en parar los pies con datos a esa ristra de mentiras que publica la prensa amarilla y no tan amarilla. Queda esperar que en el monasterio riojano se unifiquen criterios y se llegue a una efectiva «cogobernanza», que nadie vaya a reventar aquello ni a hablar de su libro. Decía la presidenta riojana, Concha Andreu, que la del viernes es una «cita histórica» porque «después del Senado y de las videoconferencias, se celebra en la cuna del entendimiento, de la lengua, y de los presidentes y los distintos territorios de España»… pues ojalá. Pero Feijóo tendrá que informar después de estar en La Rioja según la nueva normativa gallega.
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