Conciliar

El Club Malasmadres sigue denunciando la difícil conciliación durante la pandemia. El teletrabajo se ha convertido en una herramienta básica para prevenir los contagios y seguir manteniendo activa la vida laboral, pero es vital que exista flexibilidad horaria. Según los datos recogidos, 3 de cada 10 mujeres que han necesitado medidas de conciliación se han visto obligadas a tomar alguna medida que implica una renuncia a su salario: el 20% ha reducido la jornada, el 8% ha solicitado una excedencia, y el 31% no se ha atrevido a solicitar las medidas de conciliación, directamente, por motivos económicos (46%) o por miedo a ser penalizada laboralmente (38%).

Laura Baena, al frente de «Malasmadres», reivindica la conciliación y denuncia que la corresponsabilidad en el hogar siga siendo una asignatura pendiente: «Además de las medidas de conciliación implantadas por la empresa, la corresponsabilidad en el hogar es clave para que el trabajo doméstico familiar no recaiga únicamente en los hombros de la mujer».

En marzo de 2020, en plena eclosión de la pandemia, ya alertaban del impacto que podría tener el confinamiento en la renuncia de las mujeres y ya desde los primeros momentos hablaban de la necesidad urgente de implantar medidas. «Llevamos un año esperando, reclamando y denunciando medidas de conciliación para apoyar a las familias, concretamente a las mujeres, que permitan cuidar de los hijos e hijas sin penalizar tu puesto de trabajo», afirman. Y seguirán reclamando y alzando la voz por una sociedad justa y sostenible hasta que dejen de sentir que son el sostén de la crisis y que se encuentran en situación de vulnerabilidad por tener que hacer malabares para poder asegurar el cuidado de los hijos y mantener a la vez el empleo.

Desde la Asociación Yo No Renuncio pusieron en marcha en 2019 el primer servicio de atención legal gratuito para que las mujeres pudieran dejar su consulta relacionada con los derechos laborales de conciliación. Quieren poner solución a la desinformación, el miedo o la desconfianza ante las medidas de conciliación. Pues mucho ánimo y que la conciliación deje de ser una quimera y se convierta por fin en un derecho de todos.