Política

El error de Gabilondo

Asegura que no pactará con Iglesias, para ganar algún voto moderado, pero nadie le cree porque el propio Sánchez gobierna con Podemos

El PSOE se ha equivocado de estrategia en Madrid y se está quedando fuera de juego en la campaña electoral. Gabilondo no ha sido capaz de elaborar en seis años un proyecto propio y diferente para la región y, ahora, por intentar pescar en todos los caladeros de voto, está entrando en contradicciones.

Asegura que no pactará con Iglesias, para ganar algún voto moderado, pero nadie le cree porque el propio Sánchez gobierna con Podemos y, además, porque es inimaginable que el PSOE vaya a perder el gobierno de Madrid si los números salen con los morados.

La estrategia es infantil, las encuestas demuestran que los votantes de Ciudadanos se van al PP y, por si fuera poco, hace desconfiar a los votantes socialistas cuando compromete, por ejemplo, no subir los impuestos. Gabilondo está confundiendo la moderación en las formas y seriedad de Estado con prometer lo que se supone que quieren escuchar los votantes naranjas.

Quien ha logrado diferenciarse y mostrar una imagen amable en las formas, pero más socialdemócrata en los contenidos, es Más Madrid, la consecuencia es que el PSOE baja y ellos suben.

Iglesias, en su papel, de polarizar y radicalizar los mensajes que le ha ayudado a mantener el voto morado pero, sin duda, la más beneficiada ha sido Díaz Ayuso que se presenta como la salvadora frente a los diablos rojos.

La popular ha diseñado una campaña muy agresiva contra el PSOE, sin complejos. El resultado es que se ha apropiado tanto del voto de Vox que ha estado a punto de llevarlos a la desaparición.

Menos mal que siempre hay un buen samaritano de la extrema izquierda dispuesto a salvarlos. Los disturbios del acto de Vallecas han dado oxígeno a los de Abascal que, hasta ese momento, no existían.

Será difícil que recuperen los votos que les ha robado el PP de Madrid, pero el Vox más extremista, el que toma de modelo al Frente Nacional, sí puede conseguir votos en áreas de renta baja en las que tradicionalmente ganan los socialistas.

Ese es otro de los errores de la campaña del PSOE, que ha decidido no hacer esfuerzo en lo que considera territorios ganados de antemano. Aunque sociológicamente haya municipios en los que tenga mayor penetración, también son zonas muy castigadas económicamente por las sucesivas crisis en las que se ha generado un sentimiento de rechazo hacia el sistema político clásico.

El 4M sabremos con certeza quién acertó en su estrategia y quién no. Si el PSOE de Madrid no consigue el gobierno, le espera una década de camino por el desierto, por su parte, si el PP fracasa, arrastraría a Casado, al que ya no le queda mentón en el que encajar derrotas.

Sin embargo, si Díaz Ayuso mantiene la presidencia, lo haría duplicando escaños y, al día siguiente, el PP debería decidir si su modelo para absorber a la extrema derecha es el de la dureza de mensaje de Madrid o en las maneras de Núñez Feijóo que, hay que recordar, mantiene a Vox fuera del Parlamento gallego.