Gobierno de España

Señor Franco... a pasear

Cuando un gobierno de izquierdas se ve en dificultades, el recurso –con mayor o menor éxito según el momento– siempre pasa por sacar el franquismo a pasear

No falla, su precisión es matemática. Cuando un gobierno de izquierdas se ve en dificultades, el recurso –con mayor o menor éxito según el momento– siempre pasa por sacar el franquismo a pasear. Resulta que este martes, día de estreno para algunos miembros del Gobierno a la hora de vender a la prensa decisiones «estrella» del Consejo de ministros como la llamada ley de memoria democrática, los dos grandes problemas que acogotan a los españoles en su salud y en su maltrecho bolsillo quedan en segundo plano por un quítame allá el comentario acorde con la libertad de expresión, de un político retirado hace bastantes años y en un foro no precisamente de debate.

La confluencia planetaria le vino que ni pintada a un Gobierno que no parece haber explicado de la mejor de las maneras la mayor subida de la historia en el precio de la energía eléctrica –no hay más que contemplar los balbuceos del ministro de Consumo en otro tiempo pretendido látigo de ejecutivos anteriores contra la subida de la luz– por no hablar de una mezcla de noqueo e inhibición ante una quinta ola del covid que nos sitúa a la cabeza de Europa en contagios, que mantiene a los gobiernos autonómicos como pollos sin cabeza en un marasmo de vacío jurídico y que tal vez hubiera requerido –respetando una ausencia del presidente Sánchez ya programada con antelación por su viaje a Estados Unidos– de ese ahora ausente pulso y determinación mostrados por el Ejecutivo central y su presidente a la cabeza durante la primera ola.

La confluencia astral fue propicia para volver a sacar de paseo la figura de Franco al brindarnos las afirmaciones a cargo de Gabriel Camuñas que dejó de ser ministro hace décadas poniendo en duda que el del año 36 fuera un golpe de Estado –particular que no comparto aunque esto es irrelevante– coincidiendo con la puesta de largo de una ley de memoria al parecer diseñada para reivindicar a las víctimas de dictaduras de un solo signo y que por cierto estará presente en las escuelas. Confieso mi sorpresa al escuchar en tertulias varias apasionados debates sobre quienes fueron los «malos» en unos hechos ocurridos hace casi noventa años… con la que está cayendo. Quedan probablemente dos años de legislatura y da la sensación de que Franco escuchará toque de corneta más de una mañana.