Universidad

La UAB defeca un papelito

Privilegiados espectadores de un salvajismo que no les incumbe, que les estropea la digestión, la permanente y el bronceado

Repaso el comunicado del equipo de gobierno de la Universidad Autónoma de Barcelona, luego de la agresión contra los estudiantes de S´ha Acabat. Un bodrio, impoluto y exquisito, indoloro y equidistante, incoloro e insípido, entre el verdugo y sus víctimas. Entre el compromiso con las buenas razones y el equilibrismo de quienes anteponen su agradable circular por el mundo a la defensa de los derechos de unos conciudadanos que fungen como material de derribo, cuando no como imperdonables herejes a las verdades por el nacionalismo reveladas.

El comunicado lo han defecado los brujos de guardia de la UAB. Generosamente pagados y mejor considerados. Privilegiados espectadores de un salvajismo que no les incumbe, que les estropea la digestión, la permanente y el bronceado. Fue facturado, o eructado, con desdeñoso gesto mariantonieta y la puntualidad y la desenvoltura moral que caracteriza a la Dinamarca del Sur. Ese paisito encantador, sofisticado, bien vestido y mejor comido, superior a sus vecinos y feliz de conocerse, que anhelaba convertirse en paraíso fiscal, gobernado por unas élites retrógradas, xenófobas y puramente delincuenciales, que no dudaron en hacer manitas con los servicios secretos rusos con tal de estimular y sacar adelante un proyecto político incompatible con la democracia mientras sus élites intelectuales jugaban a hacerse el tonto, de perfil ante las injusticias, los atropellos, los desmanes, para evitarse problemas.

Sepan que la igualdad, lean el otro día a Sánchez-Cuenca, está sobrevalorada. Se trataría de un invento gabacho, de inclinaciones jacobinas, insensible a la extrema complejidad y gloriosa riqueza de nuestra privilegiada naturaleza plurinacional. Vamos, que la igualdad ante la ley irá de miedo en países como Francia. Pero no sirve para ordenar la convivencia de los españolitos. Con lo que toca escribir bodrios tan malabaristas como el referido. En el citado papelito la UAB, bueno, los jetas al mando, declaran ceñudos su apoyo decidido a la diversidad, la convivencia pacífica, el buen rollo, el respeto al adversario, la conservación de las especies, la preservación de la biodiversidad, el consumo sostenible, la paridad de género y la felicidad universal. Dale una oportunidad a la paz, Hare Krishna, Hare, Hare Krishna. También deploran la instrumentalización ideológica «que se realiza en el campus universitario por ciertos partidos políticos, que invisibiliza la actividad académica y de investigación que realiza diariamente la Universidad». Quiero decir que no dicen nada. Que emplean una lengua de trapo para no mostrar sus vergüenzas, propias de quienes desde la Academia conviven y toleran, por interés, cobardía o fanatismo, a unos fulanos empeñados en cortocircuitar los mismos valores con los que la UAB parece comprometerse. En su manifiesto no encontrarán una palabra más alta que otra. Ni una mención al meollo del bollo del asunto. Nadie reconoce, tasa y etiqueta, nadie nombra, un problema muy determinado y preciso, que puede resumirse como la conformidad de los poderes públicos con la intimidación y el asalto a quienes cometen la osadía de no comulgar con los evangelios nacionalistas, así como el aprovechamiento partidista de unas instituciones y unos espacios que debieran de ser escrupulosamente neutros. Cero menciones al acoso que sufren los estudiantes constitucionalistas y ni una condena, con nombres y apellidos, de la ideología y los ideólogos que propician, alientan y ejecutan el ataque contra una minoría eternamente silenciada, amenazada, chantajeada y puteada. Como dice un amigo, fijo que puedes ser más pusilánime, cínico, medroso, cómplice y muelle con los bárbaros, y más encogido, cicatero, egoísta, desalmado, insolidario, altivo y grosero con los estudiantes agredidos. Seguramente que puedes ser más mierda, en fin, que el equipo de gobierno de la UAB. Pero en verdad les digo que no acierto a dilucidar cómo.