Gobierno de España

Bonos electorales

Demasiado descarado el interés de unos y otros por hacerse con el voto virgen.

España vuelve al riesgo bajo de contagio de COVID por primera vez desde julio de 2020. Es, de largo, la mejor noticia de las últimas horas. La constatación del bien que nos ha hecho la vacuna y de la vuelta a la normalidad prudente. Recordemos que el bicho seguirá asediándonos mientras no se acelere la vacunación en África y América Latina. Lo demás de la semana se resume en un cúmulo de lava sin fin en La Palma y en un paquete de anuncios gubernamentales de impacto, para que nos entretengamos en las tertulias.

La ministra Montero ha presentado las cuentas del Ejecutivo para 2022 como «los presupuestos de la recuperación justa». Pero lo cierto es que, en todo el tiempo que PSOE y Podemos llevan en La Moncloa, azuzados por el coronavirus, han surgido dos millones más de pobres severos en nuestro país, un 50% más que en 2018 (véase el último informe de Cáritas). ¿Solucionarán este problema los presupuestos? Nos dicen que supondrán el mayor gasto público de la historia. Y presumen de que funcionarios y pensionistas verán aumentada su asignación. Aún desconocemos la letra pequeña, pero si el proyecto del Gobierno está basado en unas previsiones económicas no realistas, apaga y vámonos. Si tras la lluvia de millones que nos van a inyectar desde Bruselas el déficit se nos dispara más allá del 5%, a ver cómo respondemos el año que viene.

Más allá de las cuentas, hemos asistido estos días a varios anuncios impregnados de marketing político, a un intento explícito del Gobierno de hacerse con el votante joven, a una cortina de humo más potente que la del volcán de Cumbre Vieja, para que nos olvidemos de lo que realmente quita el sueño. Para que no nos obsesionemos tanto con la escalada del precio de la luz y, en general, de toda la cesta de la compra.

Uno de esos anuncios lo proclamó Podemos. Ahora resulta que habrá que hacer un cursillo para tener un perro. Necesitamos a políticos que nos resuelvan problemas urgentes, en vez de emplear su tiempo en estas cuestiones. Y ya puestos, que si acaso planifiquen cursos internos de buena praxis, con evaluación continua en sus propias filas.

Sobre el bono vivienda para el alquiler, idea que se disputan PSOE y Podemos, da la impresión de que el Ejecutivo se ha quedado en el mero anuncio, de que aún tiene demasiados detalles que cerrar y aclararnos.

¿Y qué me dices del bono cultural de 400 euros solo para quienes vayan a cumplir los 18 años el año que viene? Demasiado descarado el interés de unos y otros por hacerse con el voto virgen. Vaya por delante que no me apasiona la tauromaquia. Pero mientras sea un Bien de Interés Cultural, excluirla del citado bono me parece injustificado. Posiblemente ilegal. Francamente injusto.