Política

Diciembre del 21, fin de la Legislatura

Lo más útil será que cada uno cuidemos de lo nuestro lo mejor posible porque nadie se ocupará del conjunto.

Sánchez mira al nuevo año y respira porque tiene Presupuestos y ha calmado a Podemos con la desvaída reforma laboral. Pero el previsible batacazo del PSOE y también de Podemos en las elecciones de Castilla y León volverá a ponerle ante una realidad oscura casi sin que le haya dado tiempo a oxigenarse. Sus gurús coinciden con los de la derecha en que es difícil que en el nuevo curso pueda presumir de resultado económico. Y el 22 tampoco es previsible que le traiga buenas noticias políticas: es de esperar que Sánchez tenga otra dura derrota en Andalucía y que Casado pueda enfrentarse a un congreso nacional triunfal antes de que lleguen las próximas Navidades. A Casado sólo le puede torcer el camino su dificultad para resolver la crisis con el PP de Madrid. Un Casado enredado contra Díaz Ayuso no puede crecer personalmente y esto lo ven hasta los más fieles al «casadismo». Otra cosa es que discrepen sobre la fórmula para desenredar el lío.

Hasta aquí, el relato sólo habla de las esperanzas y dificultades que atisban las cúpulas de los dos partidos llamados a seguir gobernando España en los próximos años, siempre, aunque lo nieguen, con las ayudas que haga falta. Pero es que al relato hay poco más que añadirle cuando los que lo escriben lo miden todo sólo en la rentabilidad del voto.

A fin de cuentas, el anuncio de elecciones en Castilla y León pone fin a la Legislatura nacional y de aquí a que se convoquen las próximas elecciones generales todos los partidos estarán, básicamente, trabajando ya en su campaña, por lo que la administración de las cosas de todos seguirá sometida a la partitocracia. No habrá acuerdos de Estado sobre financiación autonómica ni sobre los fondos europeos. Tampoco sobre la renovación del Poder Judicial. Ni siquiera sobre la Monarquía y la mejor salida para el Rey emérito.

«¿Cuánto nos costará mantener a esta élite política usando las instituciones, puede que hasta durante otros dos años, sin más interés que cuidar su cosecha electoral?». La pregunta se la hacía este sábado un ex ministro cuando mirábamos juntos hacia lo que nos puede traer el nuevo año. Y la conclusión es que, al final, lo más útil será que cada uno cuidemos de lo nuestro lo mejor posible porque nadie se ocupará del conjunto. Que el 22 venga con mucha paz para todos ustedes.