Internacional

Ucrania-Pantoja

Lo peor de mezclar conflictos, como ahora, y que se eternicen, es que tarde o temprano se banalizan unos y otros

Las bombas caen mientras el día, como siempre, transcurre ajeno a las llamas. Se hace la noche y en su vientre el miedo gime algunas palabras que se disuelven en los informativos. Se habla ya de la guerra como del tiempo. Hay quien se acerca a la frontera a traerse a los que pueda, unos, atraídos por la solidaridad, y otros, por la fama. Algún «influencer» explota el asunto en sus redes, las mismas en las que cobran por mencionar algunas marcas. Ucrania es una marca al cabo. Siempre hay una veta de negocio. El fin es bueno, pero el medio, el medio siempre ha sido una puta mierda. Hay quien mira a Zelenski como a un héroe y quien se asoma a su vida como a la de las víctimas de otros terrorismos: «Algo habrá hecho. Era un payaso». Como si un payaso fuera algo malo, alguien a quien no confiarías a tus hijos. Hay gente que vive en una película, en este caso de Stephen King, y de ahí no sale.

Las lágrimas de ayer fueron otra vez las de la Pantoja, sentada ante el juez que puede mandarla de nuevo a la cárcel. Isabel Pantoja no tiene previsto, que se sepa, acoger a ningún refugiado ucraniano, y eso que ganaría peso reputacional, en Cantora cabrían unos cuantos, sino que se abre al llanto para que la acojamos a ella, como si fuera ucraniana y le regalemos unos décimos de lotería. O sea, que los telediarios van por un lado y el personal va por otro. Isabel Pantoja es un aperitivo de dolorosa de Semana Santa. Le valdrían las lágrimas pegadas a la mejilla, pero colaría en un casting como rumana, pero como ucraniana lo tiene harto complicado.

Lo peor de mezclar conflictos, como ahora, y que se eternicen, es que tarde o temprano se banalizan unos y otros, como se comprueba en estas líneas. Si a día de hoy, una vez raptada en la retina las ciudades asediadas, no suenan la cacerolas en las ventanas, es que el espectáculo no está bien montado, y que Zelenski no es tan buen cómico como se creía. ¿En serio está pasando todo esto? ¿Están muriendo miles de personas en Europa, no en el África tropical, y la Pantoja tiene el papo de ponerse a llorar?