Opinión

Los muertos de Alexa

Nos vendieron la lista de canciones robot, el robot de cocina, el conductor robot, la mascota robot y el amigo robot. Vendernos el fantasma robot, quizás sea vendernos demasiado.

Notas del 23 de junio, se ha sabido que el asistente Alexa podrá hablar con la voz de los fallecidos de cada cuál. A esto ya se le puede llamar ‘Los muertos de Alexa’. En la presentación del producto, un niño pide que su abuela -ya muerta- le lea el final de ‘El Mago de Oz’ y la abuela se lo lee. Nadie le dice “Mira, niño, tu abuela no está en esa máquina porque hay cosas en la vida que debes querer mucho y abrazarlas bien fuerte porque se irán al cielo y nunca nada ni nadie podrá sustituirlas. Tendrás que guardarlas muy fuerte en la memoria del corazón, que es esquiva, y te tendrás que arreglar así por mucho que venga a venderte la última moto algún mamarracho de California”, que es lo que tendría que decirle alguien.

Caminamos a tientas por la oscuridad de la memoria de los que se han ido. Casi no me acuerdo de la voz de mi padre, ni cuando explicaba cómo se ensartaba el gusano en el anzuelo, ni cuando me dijo que siempre había estado orgulloso de mí.

“Alexa, ponme el Slomo de Chanel”, y me habla mi padre, ¿cómo va a ser eso? “Creo que no te entiendo”, me responde. Claro que no me entiendes, Aita, si hace 25 años que te fuiste y toda tu ausencia la fui llenando con estos tres niños que nunca abrazaste y esta mujer que no conociste y esta cosa mía de escribirte cosas -porque casi todo te lo escribo a ti- de la que no me hayas leído ni una sola línea. Todos los elogios le han tocado a mamá, que me tiene que decir todo el día: “Qué bien esto y qué bien lo otro”, la pobre. Desde que te fuiste, te escucho hablarme en sueños pero cuando me despierto, hago memoria y no me acuerdo de nada. Y me da una rabia… Quiero pensar que de manera inconsciente, te estoy haciendo caso.

Son raros estos tiempos, ¿sabes?. Nos venden la lista de canciones robot, el robot de cocina, el conductor robot, la mascota robot y el amigo robot. Vendernos el fantasma robot, quizás sea vendernos demasiado.